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Adiós IFT
En los próximos días se aprobará la iniciativa que desaparecerá diversos órganos autónomos, entre ellos el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Se llegó a pensar que durante la transición política postelectoral, se podría revertir la decisión, pero no será así. Es un compromiso de campaña de Morena y partidos políticos aliados; es el mandato del pueblo que se cumplirá, se ha dicho.
Vendrá un debate más intenso sobre las repercusiones, fundamentalmente en cuanto a si se viola o no el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá de tener un órgano autónomo en esta materia.
También se hablará de la preocupación sobre el probable regreso de la discrecionalidad del Poder Ejecutivo en la entrega de concesiones y que durante la larga era del PRI derivó en fenómenos de concentración mediática, así como en un grave daño en la libertad de expresión, la pluralidad y diversidad de contenidos.
El IFT ha hecho un cabildeo entre diferentes actores políticos y los medios para asegurar que ha cumplido eficazmente con su tarea, desde su creación en 2013.
Ha expuesto que entre el 2013 y el 2023, la participación Telcel en el mercado de la telefonía móvil disminuyó 18 puntos; la de Telmex 34 puntos en la provisión de Internet y que ahora hay más competencia en radiodifusión, gracias a las licitaciones y la asignación de frecuencias.
En televisión hay una nueva cadena nacional (Imagen) y 32 canales adicionales de televisión regional, mientras que para radio comercial se han otorgado 201 concesiones de FM y 43 de AM.
El ecosistema mediático y de las telecomunicaciones ha cambiado, pues, con creces, en un tiempo reducido, según el Instituto.
Sin embargo, también hay cuestionamientos del costo de la institución, de lo poco que hizo en la defensa de los derechos de las audiencias, al igual que en la toma de decisiones para disminuir mucho más la concentración en telefonía móvil y fija, Internet y televisión.
Pese a esta visión crítica, representantes de radios comunitarias e indígenas y de las defensorías de las audiencias, dos de los actores más endebles del sector y poco valorados por el mismo órgano regulador, han sido los más vehementes al expresar su preocupación por la extinción del IFT. Consideran que ello podría poner en riesgo lo logrado hasta ahora, aunque sea poco.
¿Y la industria? ¿las empresas de Slim, de Azcárraga, de Salinas Pliego, de las corporaciones transnacionales y de las familias que tradicionalmente han dominado durante décadas la radio comercial?
En general han sido cautelosas. No hemos visto, todavía, campañas estridentes o mentirosas, sobre los escenarios supuestamente catastróficos que se avecinan de aprobarse esta reforma. Pero esto podría cambiar en las horas siguientes. Ya veremos.
Las más afectadas por las decisiones regulatorias del IFT parecen coincidir con el cambio de rumbo (por ejemplo, el poderoso sindicato de Telmex apoya la reforma), pero otras, como las que forman parte de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), están molestas, ya que consideran que habrá favoritismos.
Es decir, se oponen a que el Estado sea regulador y al mismo tiempo ofrezca servicios de telecomunicaciones por medio de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFE Telecom), lo que daña sus intereses. Se trata de una competencia desleal, dicen.
Sin embargo, quienes coinciden con eliminar al IFT argumentan que la industria hizo poco en la última década para acrecentar la conectividad en las regiones más marginadas del país. Y por eso habría que avanzar en el derecho de acceso a Internet y banda ancha tomando el control de la regulación del sector.
Visiones encontradas.
Ante lo inevitable, los actores buscarán que la iniciativa de los órganos autónomos y la correspondiente a la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, recupere su visión, sus propuestas y se genere el menor daño. En el Congreso y en el gobierno federal habrá muchos voceros y cabilderos de los regulados. También veremos "nados sincronizados" en las columnas especializadas, medios digitales y en los noticiarios de radio y televisión.
Pronto conoceremos los éxitos o fracasos de su gestión.
Para quienes observamos este proceso, demandaremos que las y los servidores públicos que en el futuro próximo asumirán las responsabilidades que dejará de tener el órgano regulador, demuestren que efectivamente harán un mejor trabajo antes y después del 2013, que sea honesto, y que sus decisiones se fincarán única y exclusivamente en el interés público. Para ello se requiere algo más que voluntad política: contrapesos; los necesarios ante cualquier irregularidad, exceso o violación a la legislación. Sólo así el segundo piso de la transformación en esta materia tendrá sentido.
NAVEGANDO POR EL ÉTER
Del 14 al 16 de noviembre se lleva a cabo en la Ciudad de México la 38 asamblea de la Red Nacional de Medios Públicos, donde se renovará la presidencia de esta organización. Concluye su gestión Fernando Sánchez Mejorada, quien le dio un impulso notable a la organización con nuevos convenios nacionales e internacionales de intercambio de contenidos, mayor capacitación a los colegas del sector y una intensa interlocución con actores políticos sobre la agenda de los medios públicos… La destacada periodista y documentalista Jacaranda Correa será la titular de la Cátedra Miguel Ángel Granados Chapa, establecida en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Cuajimalpa. Ganó el concurso respectivo. Vendrá una nueva etapa que, estoy seguro, hará un aporte en el periodismo de calidad y la ética. Enhorabuena.
13 de noviembre de 2024, 02:47
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