La implementación de tandeos no son la solución al problema del estrés hídrico que existe en León, coinciden académicos y especialistas por lo que urgen al Sistema de Agua y Alcantarillado de León -Sapal- trabajar en soluciones de fondo, mientras que los habitantes del polígono de los Castillos reclaman siempre ser perjudicados durante la temporada de estiaje.

“Siempre nos toca a los de la zona norte, no es justo que solo a nosotros nos toquen los tandeos, mientras que el resto de la ciudad cuenta con el servicio todos los días”, comentó Margarita Juárez, habitante de la colonia Las Tiritas.

En las escuelas la situación también es delicada. “Ya tiene algunos días que cerraron los baños, no hay agua para echarle, menos para lavarlos, por eso cerraron una parte”, explicó uno de los poco más de 200 alumnos que asisten a la Escuela Secundaria General Número 6.

El estrés hídrico que existe en León posiciona a la ciudad como la segunda a nivel nacional en este apartado, como lo ha reconocido el propio presidente de Sapal, Enrique de Haro Maldonado.

Frente a este problema, activistas, académicos y ciudadanos han expresado su preocupación por el manejo de la sequía y la planificación para dotar de agua a la ciudad a mediano y largo plazo.

“Me llama la atención ver en la página de Sapal el programa para el estiaje, no hay programa, tampoco agua, esta es la nueva realidad.”, señaló Enrique Kato Miranda, ex director de ecología de León y del estado.

La dinámica de los habitantes de la zona de los Castillos y Echeveste ha cambiado desde el inicio de los tandeo incluso desde antes. Semanas atrás era sencillo lavar los trastes, bañarse o mantener limpios sus hogares; en las escuelas los bebederos han dejado de funcionar.

Hoy los vecinos de 79 colonias coinciden en que no solo tienen que lidiar con un sistema terciado, ya que de los cuatro días que deberían contar con el servicio (martes, jueves, sábado y domingo), este es suministrado con baja presión o simplemente no llega, impidiendo así la recolección de agua, situación que deja a sus moradores en una situación vulnerable.

Es el caso de Francisca Gutiérrez, vecina de Lomas de los Castillos, quien señala que la intermitencia del servicio provoca que no pueda llenarse ni un cuarto de la cisterna, por lo que se ha visto obligada a contratar el servicio de pipas cada 22 días, con un costo de entre 350 y 500 pesos, para atender sus necesidades básicas.

“Tenemos que comprar el agua: tengo tres hijos, hay que lavar uniformes, trastes, bañarnos, usar el inodoro, si nos ha pegado feo”, explicó Francisca.

Kato Miranda puntualiza que la falta de presión ocasiona daños a la red de tuberías que suministran el agua.

De acuerdo con el activista Javier Sentíes, estos daños provocan fugas que a la postre abonan al 40% de pérdida de agua como consecuencia. Así, el ahorro termina perdiéndose.

En Lomas de los Castillos, la mayoría de las calles son de terracería y en algunas esquinas se pueden observar cúmulos de basura, este factor sumado al viento y al tránsito de vehículos provocan que una gran cantidad de polvo ingrese a los hogares llevando consigo bacterias.

“Si no tenemos la casa limpia nos podemos enfermar, el agua que llega no nos alcanza, por eso compramos la pipa, para no andar batallando”, señaló Francisca con resignación.

No todos los habitantes de la zona cuentan con un aljibe, cisterna o tinaco, por lo que los barriles se convierten en una opción.

“De a botecitos nos bañamos, gastamos media cubeta agua y el que sigue. Debemos cuidarla porque la pipa no pasa todos los días”, mencionó María de la Luz, vecina de Arboledas de los Castillos.

Situación que resulta contrastante en comparación con algunas zonas residenciales en donde se destina una alta cantidad de agua para mantenimiento de áreas verdes; en este sentido Enrique Kato, explicó que no logra entender el beneficio de mantener campos de golf cuando la situación es crítica y que esto demuestra la desigualdad que existe en la ciudad.

“Con este estrés hídrico cuál es el beneficio social de tener campos de golf por más que los desarrolladores argumenten lo que quieran, esto es una clara muestra de que no estamos tomando las mejores decisiones”, señaló Kato Miranda.

Y aunque la compra de agua a las pipas que trabajan por la zona supone una salida costosa al problema, a este se le tiene que sumar el costo de la energía eléctrica que usa la bomba para subirla al tinaco. Mientras que otro vecino comentó que es preferible subirla a cubetadas y así evitar ese gasto.

Roberto Camacho de la colonia Las Tiritas, explicó que solo le alcanza para comprar media pipa, con un costo de 350 pesos, cada 21 días, en comparación con los 250 que paga bimestralmente por el agua.

Adicional a esto, Roberto relató que al contar con un calentador solar este debe ser usado con frecuencia pues de no hacerlo se puede averiar, por lo que prefiere llenar el tinaco a cubetadas y evitar un gasto adicional en luz y reparaciones del calentador.

En la colonia Echeveste, alumnos y maestros de la Escuela Secundaria General Número 6 no son los únicos que expresan su preocupación por la falta de agua en la institución.

A escasos metros de la secundaria, se ubica el preescolar “Axolohua”, a donde asisten poco más de 200 alumnos tan solo en el turno matutino.

Su directora, María Romero reveló que la carencia de agua corriente en el preescolar inició al menos seis meses antes del anuncio de los tandeos.

“La poca agua que llega la acumulamos en los barriles y solo la utilizamos para lavado de manos y baños, los niños traen sus propias bebidas", relató María Romero.

El activista Gustavo Lozano demandó a la paramunicipal revelar las cantidades reales de agua que se destinan para el sector social e industrial, pues las cifras de agua que maneja Sapal muestran una disparidad con las que presenta el gobierno del estado.

Gustavo Lozano, activista.

“A mí me gustaría entender de toda el agua que la paramunicipal distribuye a la ciudad ¿Qué tanta es para uso doméstico? y ¿Qué tanta es para uso industrial? Si no tenemos claros estos números no podemos realizar una buena planeación para atacar el abatimiento de los mantos acuíferos”, explicó Lozano.

Se ha cumplido con los días establecidos: Sapal

De acuerdo con Enrique de Haro, director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León la poca fuerza de agua en la zona de los Castillos obedece a la alta demanda que ejercen las colonias de la zona norte.

“Subimos el agua al cerro de los Castillos. Sí tenemos la presión suficiente ¿Qué sucede? Hay una alta demanda, si primero le llega a los de abajo, ellos comienzan a consumir mucha y no dejan que se presione. Normalmente se viene presionando hasta las cuatro de la tarde ya cuando los de abajo satisficieron su demanda”, explicó Enrique de Haro.

Sin embargo, este argumento contrasta con la realidad que viven los vecinos de Echeveste y Los Castillos. Ya que sin importar si estos viven en la parte alta o baja de la zona norte, o si es de mañana o tarde la fuerza con la que llega el agua es baja.

“Intereses políticos y económicos inundan Sapal”

Durante el panel "Visiones del Futuro del Agua en León", que reunió a académicos, especialistas en medio ambiente, activistas y público en general; los participantes cuestionaron y criticaron la forma de operar de Sapal, así como su nula apertura a la participación de la sociedad civil.

Frente a Enrique de Haro Maldonado, presidente de la paramunicipal, José Luis Blanco Palacios, investigador del Conacyt, reprochó que al consejo de Sapal nunca han podido tener acceso ciudadanos y activistas.

“Para la ciudadanía de pie ha sido imposible acceder a estos consejos ya que siempre han estado conformados por representantes del poder político y económico”, señaló Blanco Palacios.

José Luis Blanco Palacios, investigador del Conacyt.

Declaración que fue secundada por Kato Miranda al expresar que el sector empresarial está sobrerrepresentado y lo único que podría arrojar un cambio al interior del organismo es la integración de un ciudadano al consejo.

Enrique Kato Miranda, ex director de ecología de León y del estado.

En este sentido, Gustavo Lozano se sumó a las críticas mencionando la urgencia de rescatar al sistema de agua y alcantarillado de León de grupos de poder.

“Necesitamos democratizar la toma de decisiones, me pregunto ¿cuántos consejeros hablaron durante una asamblea sobre los derechos de los habitantes de los Altos de Jalisco? No existen contrapesos dentro del consejo, todos dicen siempre sí”, puntualizó Lozano.

Al cierre del foro, Gustavo Lozano también cuestionó los nulos cambios en concesiones otorgadas cuando no se tenían problemas de agua, y que hoy no pueden continuar vigentes dado el contexto de sequía por la que atraviesa León.

“Las concesiones se entregaron durante una época en donde no teníamos un problema hídrico, hoy ya no tenemos agua, no entiendo el por qué mantener los privilegios de los clubs deportivos, curtidoras y refresqueras que son los grandes usuarios del agua”, señaló Gustavo Lozano.