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12/14/2025
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DÍAS DE GUARDAR Domingo 4 de mayo de 2025

*Resistencia civil en la zona dorada de León; *Cristina Villaseñor, ahora o nunca; *Webb Murra: el capitalismo de compadres

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    1.- Reserva Norte: la mala idea de un banquero y un desarrollador

    Lo que dos prominentes empresarios leoneses diseñaron como un pingüe negocio, está resultando una pésima idea.

    La edificación de un desarrollo comercial e inmobiliario de lujo en una reserva de terreno de 14 hectáreas a escaso medio kilómetro de Plaza Mayor, se convirtió en una preocupación mayúscula para habitantes de diecinueve fraccionamientos de nivel alto y medio alto en la zona, quienes avanzaron con rapidez para auto organizarse y abrir un frente legal al proyecto.

    Salvador Oñate Barrón, presidente del Consejo de Administración del Banco del Bajío desde 2023, cuando sustituyó a su padre, Salvador Oñate Ascencio, primer relevo del liderazgo de la institución en tres décadas, es uno de los promotores del proyecto y su principal sostén financiero.

    Su cuñado, Eduardo Arena Barroso, integrante de la familia que desarrolló la zona residencial y comercial que tuvo como eje el mall de Plaza Mayor, es el asociado que aporta la visión inmobiliaria.

    Sin embargo, ninguno de los dos esperaba la reacción que se ha suscitado y que se ve alimentada por numerosos incumplimientos de compromisos a lo largo de años, lo que ha significado una pérdida en la calidad de los servicios en la zona.

    De ser una enorme ventaja comparativa hace algunas décadas, el centro comercial de Plaza Mayor se ha convertido en una pesadilla para quienes habitan en sus inmediaciones, debido a torcidas decisiones de la autoridad para recargar la zona con edificaciones de alta densidad, sin que crezcan a la par las soluciones viales.

    Frente a bulevares de 3 carriles saturados, se aprueban edificios de decenas de pisos, en una oferta de departamentos y oficinas que tiene saturado el mercado y que amenaza con derrumbar los precios de los inmuebles.

    La zona norte padece de insuficiencia de agua e incluso de electricidad, además del colapso vial. La escasez de vegetación vuelve un suplicio la opción peatonal, sobre todo en los meses de calor. Y ya ni tocar el deficiente y rebasado sistema de transporte público, que desalienta totalmente la opción de prescindir del automóvil y, muy al contrario, ha propiciado el crecimiento del parque de motocicletas en la ciudad.

    Con este panorama, extraña demasiado la facilidad con la que el otrora prestigioso Instituto Municipal de Planeación de León, a cargo de Rafael Pérez, otorgó su beneplácito a un proyecto de la más alta densidad, con mil 500 viviendas tipo residencial y dos edificios para oficinas y hoteles, sin mayores condicionamientos e incluso dando por buenos estudios de impacto vial encargados por los propios inversionistas.

    El Sapal de Antonio Morfín y Enrique Haro, que mantiene bajo tandeos no solo a las diecinueve colonias que se unieron para interponer un amparo ante la justicia federal, sino a 124 colonias más, ha dicho que no hay problemas de abasto de agua porque los desarrolladores entregarán dos pozos a la paramunicipal.

    Resulta preocupante que esos dos pozos no hayan sido ya adquiridos por Sapal para atender el déficit que se padece desde hace dos años por la sequía.

    De continuar esta suma de incongruencias de la autoridad, se puede trasladar el conflicto de un choque con los inversionistas a un enfrentamiento con la autoridad municipal, encabezada por Alejandra Gutiérrez.

    Habría que recordar cuando la ex alcaldesa Bárbara Botello se confrontó con los vecinos del centro de la ciudad en una obra de regeneración que se complicó y se alargó en los tiempos, sufriendo una fuerte caída de popularidad.

    Aquel episodio se puede quedar corto con lo que podría ocurrir ahora ante la reacción de los agobiados habitantes de la zona norte de León, a quienes ya no les reditúa el precio que han pagado por sus viviendas en la zona, que se prometió como la de mayor desarrollo y mejores servicios.

    Las omisiones puntuales que enlista el amparo elaborado por el abogado y activista Juan Pablo Delgado, son relevantes, pero más allá de ellas, lo que eleva la crisis en este caso es una añeja herencia de planeación fallida en León, a causa de la imposición de los intereses privados sobre el interés público.

    2.- La apuesta de la secretaría de Economía

    La secretaría de Economía, Cristina Villaseñor, batalla para encontrar una alternativa a la agotada política industrial de atracción de inversiones, cuyo ciclo terminó desde antes de la pandemia por la reconfiguración del modelo global.

    La funcionaria del Nuevo Comienzo insiste en establecer una competencia con las viejas glorias del fantasmal Héctor López Santillana, quien sobrevive en la burocracia encerrado en su castillo posmoderno de Guanajuato Puerto Interior, la única oficina pública que le sigue pagando renta a Gabriel Padilla Cordero.

    Se trata de una carrera sin destino. Tanto la frustrada gira a China de principios del sexenio como la realizada a Japón en marzo pasado, no son más que apelaciones a la nostalgia, mientras las industrias ya existentes en suelo guanajuatense se debaten en la incertidumbre de los nuevos tiempos.

    Sin embargo, la secretaria Villaseñor ya logró subir a un avión a la gobernadora, Libia Dennise García, quien este domingo inicia una gira de cinco días por Japón, un viaje que corre el riesgo de ser un esfuerzo de relaciones públicas con escasas consecuencias.

    En el sector industrial favorecido por las políticas gubernamentales de los últimos 20 años, se tiene claro que el reto de hoy no es la promoción para atraer inversiones, sino la consolidación de la infraestructura.

    Guanajuato tiene un déficit de terrenos aptos y de energía eléctrica; sus carreteras han quedado obsoletas y están saturadas; las reservas de agua se pelean entre la agricultura, las manufacturas y el consumo humano. Por si algo faltara, la marca de la entidad en los últimos años es la inseguridad, que poco ayuda.

    El estado es conocido entre los promotores que se dedican a captar empresas y la presencia de cuatro grandes automotrices, refuerza el atractivo. Lo que frena es el encarecimiento de la tierra y la complicación de contar con los servicios pertinentes.

    Estas vicisitudes, en buena medida producto de una falta de previsión atribuible al equipo que por casi dos décadas dirigió López Santillana, de cerca o a distancia, se complican hoy con el agotamiento del ciclo globalizador y la errática política del presidente norteamericano Donald Trump.

    Así que la primera tarea que debería tener en las manos la primera mujer titular de la cartera de Economía en Guanajuato, sería la de reimaginar el modelo de desarrollo, echando mano no de los agotados funcionarios que ratificó, ni de los inexpertos que incorporó, sino de una consulta a verdaderos especialistas locales y nacionales.

    No es fácil y nadie tiene respuestas sencillas a la mano, pero lo menos conveniente sería empecinarse en revivir un modelo rebasado, tan solo por falta de imaginación y de disposición a tomar riesgos.

    No todo parece oscuro en el panorama. En las últimas semanas, la secretaria logró desprenderse de la excesiva influencia del eternizado director de Cofoce, Luis Rojas Ávila, cuya experiencia, antes de ocupar esa descentralizada, se limitaba a dar charlas TED y escribir en revistas.

    Rojas ya no fue invitado al viaje a Japón de la gobernadora. No se le extrañará.

    3.- Billy Webb, el chico malo de la película

    Al empresario guanajuatense Guillermo Webb Murra parece complacerle el papel de villano, mientras sus negocios prosperen. La responsabilidad social y la buena imagen entre su comunidad parecen traerle sin cuidado.

    Parece confiar en que su cercanía con el Secretario de Finanzas del estado, Héctor Salgado Banda, lo ponga más allá del bien y del mal.

    Es arrendador privilegiado de espacios para oficinas públicas, pagadas con tarifas muy superiores a las usuales en la capital del estado. Es socio en una oscura aventura empresarial con el ISSEG, bajo la batuta de Salgado, donde su participación permitió justificar el ocultamiento de la inversión y de sus resultados.

    No es lo único: de un plumazo, un oficio informativo de la nueva Secretaría del Agua, a cargo de José Lara Lona, le permitió cerrar un camino que ha sido de uso público por décadas, en la sierra de Santa Rosa, para preparar otro proyecto del que solo se conocen versiones extraoficiales; un coto cinegético con fines lucrativos.

    La siembra de un viñedo de su propiedad en otra comunidad de Guanajuato, San José del Rodeo, será favorecida con el paso cercano de la nueva carretera de peaje de Silao a San Miguel de Allende, concesionada por Diego Sinhue en los últimos días de su mandato, lo que permitirá combinar la producción de vino con el negocio inmobiliario.

    Con todo este respaldo gubernamental, es entendible que Guillermo Webb Murra se sienta más allá de cualquier límite de responsabilidad para con sus conciudadanos. Es la nueva élite de compadres, unos en el poder y otros en los negocios, que ha surgido en los últimos años del dominio panista en Guanajuato.

    Gracias a ello tenemos al primer ex gobernador autoexiliado en The Woodlands, una de las comunidades más exclusivas de Houston, mientras sus amigos de este lado de la frontera siguen creyendo que son dueños del estado.

    Mientras Diego Sinhue disfruta de conciertos gruperos en Texas, parece que acá, el nuevo comienzo no va más allá de las redes sociales.


    4 de mayo de 2025, 00:00

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