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Estudiantes universitarios sufren inseguridad y Mario Bravo los culpa de “ruidosos”
Asaltos en La Salle Campestre ponen en el foco vulnerabilidad de otras universidades ante crisis de inseguridad, mientras autoridades municipales minimizan riesgos, León se aproxima a los 3 mil reportes de este delito
En las últimas semanas, la inseguridad se ha agudizado en las inmediaciones de la Universidad De La Salle. Sus estudiantes -principalmente los foráneos- han protestado al interior del campus debido a la oleada de asaltos que los han convertido en víctimas de este delito en las inmediaciones de la escuela. Mientras las autoridades universitarias han contratado personal de seguridad privada para hacer frente a los delitos que han vulnerado a la comunidad estudiantil, Seguridad Pública de León ha improvisado operativos que dejan pocos resultados.
Recientemente, el secretario de seguridad de León, Mario Bravo Arrona fue cuestionado acerca de las acciones que la dependencia emprendió tras los últimos casos de asalto, que detonaron en tres movilizaciones al interior del campus. El funcionario minimizó los delitos y aseguró que en aquella zona son también constantes los reportes por exceso de ruido, como una referencia a las fiestas estudiantiles.
“Sí traemos en cierto momento algún jovencito que ha sido afectado y se le está dando todos los apoyos (...) Siempre se ha detenido en esa zona, hemos detenido personas que han afectado algún vehículo o a algún jovencito, también tenemos reportes de fin de semana de exceso de ruido”.
El robo a transeúnte es el segundo delito patrimonial con mayor cantidad de reportes ante Seguridad Pública. Así lo revela el mapa de calor del Observatorio Ciudadano de León, que coloca a este delito por debajo del robo con violencia, con 2 mil 814 reportes al 911, aunque sólo 17 denuncias ante la Fiscalía General del Estado.
De acuerdo con el secretario de seguridad, luego de una reunión con el rector Enrique González -tres meses atrás-, establecieron coordinación con la comandante de la zona para reforzar los operativos que han resultado en un número no precisado de detenciones. No obstante, los asaltos a estudiantes han continuado. En aquella declaración, Mario Bravo Arrona justificó que a diferencia de escuelas de nivel básico, los universitarios tienen diversos horarios de entrada y salida.

El pasado 11 de octubre fue difundido en el grupo de Facebook “Foráneos De La Salle Bajío” un nuevo crimen, cometido contra dos alumnas por dos sujetos a bordo de una motocicleta. Las jóvenes fueron despojadas de sus pertenencias y el modus operandi quedó documentado en la cámara de videovigilancia de una vivienda.
Testimonios de las víctimas obtenidos por POPLab explican cómo los estudiantes foráneos que residen en las calles contiguas al campus se han convertido en blanco de asaltos o tentativas de este delito. Sin importar la hora ni las cámaras de videovigilancia vecinal, los delincuentes acechan a los estudiantes durante sus trayectos a la universidad o a sus domicilios.
La reciente oleada de asaltos provocó que nuevamente el rector Enrique González Álvarez y el secretario de Ayuntamiento -y docente lasallista-, Jorge Jiménez Lona, se reunieran para abordar posibles soluciones. En enero pasado, el rector solicitó apoyo al secretario de seguridad de León, Mario Bravo Arrona, apoyo con patrullajes y vigilancia ante el inminente retorno presencial de todo el alumnado tras el confinamiento por la pandemia.

En entrevista para POPLab, el rector Enrique González Álvarez reconoció que desde el inicio del semestre actual los delitos han aumentado en las calles contiguas al campus Campestre, y con ello la percepción de inseguridad de los estudiantes. También dijo que la universidad ha contratado a una empresa de seguridad privada para vigilar el exterior de las instalaciones y así “disuadir cualquier situación de inseguridad''. Ésto fue corroborado por este medio durante una visita a la universidad a comienzos de octubre.
“Desde que se inició este semestre hace mes y medio, dos meses ya, prácticamente hemos tenido incremento en esta situación de inseguridad para los alumnos (...) Sin embargo la inseguridad va más allá de los alrededores, no son propiamente las inmediaciones más cercanas, sino un poco más lejos.. los delincuentes han buscado la manera de encontrar a los alumnos para hacer sus fechorías”, declaró.
Según el académico, una de las soluciones que han planteado incluso con los vecinos de la zona es la colocación de más luminarias, principalmente en los parques Cima del Sol I y II, ubicados en la colonia Lomas del Sol. Éstos parques han sido señalados por los propios estudiantes como puntos de riesgo en sus trayectos a la universidad.

De acuerdo con el vocero de la institución, Cristhian Córdova, hace aproximadamente una semana fue colocada una caseta de Seguridad Pública a un costado del campus Campestre, sobre avenida Universidad.
“Ésto ha dado también mucha tranquilidad a estudiantes y familias, no sabemos cuánto tiempo va a estar, porque tenemos claro que hay otras zonas que la necesitan, pero mientras tanto, con los operativos, ya no ha habido casos de robos”, declaró.
Estudiantes, blanco de la delincuencia
Rubén, estudiante foráneo originario de Guanajuato, fue víctima de un asalto en mayo pasado luego de retirar efectivo en una tienda de conveniencia. Transitaba por el parque Cima del Sol. El modus operandi fue similar al que han denunciado otros estudiantes -dos hombres a bordo de una motocicleta-.
“Como supe que había cuestiones de robos solamente me había llevado mi tarjeta, cuando venía de regreso traía el dinero, eran como las 10:30 pm, pasaron dos muchachos en la motocicleta y me dijeron que sacara lo que traía. Tenían un arma punzocortante que no pude ver bien, estaba muy asustado, les di todo el dinero que traía, era el dinero de la quincena, me quedé sin dinero para esa quincena”.

El joven también relató que dos semanas antes de lo ocurrido, otro compañero fue asaltado en la misma calle, también por dos hombres a bordo de una motocicleta. “La universidad no toma en cuenta esas experiencias para hacer algo, no es son casos aislados, son en las mismas horas, en los mismos lugares, son calles en las que no hay nada de luz”, dijo.
En entrevista, el rector Enrique González Álvarez precisó que los delitos que usualmente son cometidos contra los estudiantes lasallistas son los asaltos -para robar celulares, efectivo o computadoras- así como el robo de autopartes o a vehículos. También abundó en que ésta situación no es exclusiva de la universidad que dirige.
“Esta es una situación que se está dando en torno a todos los centros educativos, los delincuentes ven en los muchachos la posibilidad de quitarles sus celulares y sus computadoras, herramientas de trabajo importantes dentro de la universidad”.
El rector reiteró el llamado a la comunidad de denunciar estos delitos ante el ministerio público, y advirtió que “si no levantan su denuncia pareciera que no está pasando nada, los comentarios en las redes sociales no son denuncias formales, son opiniones”.

Al ser cuestionado acerca del acompañamiento jurídico que la universidad brinda a los estudiantes víctimas de delitos, el rector Enrique González aseguró que la institución cuenta con un departamento de seguridad al cual los estudiantes pueden dirigirse. El académico anunció que a través de la página web interna, tanto universitarios como docentes y personal administrativo pueden acceder a información preventiva.
El secretario de Ayuntamiento, Jorge Jiménez Lona, coincidió en que los horarios que manejan las universidades -algunas con clases desde las 7 de la mañana hasta las 9 de la noche- representan a la comunidad estudiantil traslados en horas con poca o nula luz natural.
“El tema es dar acompañamiento, no habrá policías suficientes para cubrir cada cuadra de la ciudad, pero sí priorizar estos lugares que son estratégicos y que tenemos que garantizarles a los estudiantes que puedan ir sin temor y que puedan acudir a sus clases de manera segura”, declaró.
Terreno fértil para la inseguridad
A pesar de que han transcurrido 27 años de su fundación, los estudiantes de la Universidad Tecnológica de León (UTL), continúan asistiendo a clases con un rezago en opciones de movilidad y acceso. Al igual que en LaSalle, los primeros estudiantes ingresan a las 7 de la mañana a clases, mientras que el último horario concluye a las 9 de la noche.

Sobre el bulevar Universidad Tecnológica, los estudiantes solamente tienen dos opciones de transporte público que demoran hasta 40 minutos. En el peor de los casos, deben caminar aproximadamente 15 minutos hacia el Puente del Milenio -atravesando terrenos baldíos sin iluminación- para tener otras opciones de transporte.
“Algunos e incluso a mí me ha tocado ver pues sí a sujetos sospechosos en el puente, yo a veces espero a que alguien más vaya a cruzar el puente para caminar con ellos, y todavía atravesar ese terreno es peligroso ya que hay mucha maleza y se presta para muchas cosas”, expresó Melissa, estudiante de licenciatura.
La situación se repite en los horarios de entrada o de salida, cuando ya no hay luz natural. “A veces tengo que esperar hasta 40 minutos en tomar el camión, no hay nadie que vigile sobre la seguridad sino entre los mismos compañeros nos acompañamos”, explicó otro testimonio.
En el caso de la UTL, la caseta de Seguridad Pública más cercana se encuentra a 1.2 kilómetros de distancia, sobre el bulevar Cañaveral, justo en el acceso de la Universidad de Guanajuato campus San Carlos.
En otras universidades, tanto las instituciones como el municipio han tomado medidas de seguridad ante los recientes asaltos en las cercanías de la Universidad de la Salle Panorama. Una de ellas es la Universidad de León, plantel Paraísos, en la que se ha instalado una caseta de policía a petición de las autoridades universitarias, pues los asaltos y “cristalazos” tanto a estudiantes como a maestros y locatarios comenzaban a hacerse cada vez más frecuentes por la zona.
“Tiene como 2 semanas que se instaló la caseta de policía, había reportes de asaltos y muy seguido de “cristalazos”, ya necesitábamos algo más que solo rondines”, comentó a POPLab una alumna del plantel.

Por otro lado, alumnos del nocturno dijeron sentirse un poco más vulnerables, pues hay lugares con poca iluminación y vigilancia, por lo que caminar en grupos para tomar el transporte público se ha convertido en su primera opción para poder circular por la zona de manera más segura.
En la Unitec, ubicada en sobre el bulevar Juan Alonso de Torres, los alumnos aseguraron no tener problemas de inseguridad o de asaltos, pues la institución cuenta con guardias de seguridad que cubren hasta 3 cuadras a la redonda del plantel, acto que hace sentir seguros a los estudiantes.
Mientras que en la universidad de La Salle Maravillas, la situación es distinta, pues los alumnos en su mayoría son recogidos por sus padres, y los que esperan a sus tutores lo hacen dentro o en las inmediaciones del centro comercial contiguo a la escuela. Por otro lado, los estudiantes que utilizan el transporte público mencionaron que pese a que no ha habido incidentes recientemente prefieren moverse en grupo, para así evitar ser posibles víctimas de asaltos mientras esperan el autobús.
25 de octubre de 2022, 14:14
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