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12/14/2025
Feminismo estudiantil, rebeldía para el cambio

Feminismo estudiantil, rebeldía para el cambio

El Movimiento Colmena, que se mantuvo 22 días en resistencia con la toma de la Rectoría General de la Universidad de Guanajuato, comenzó con la organización de ocho mujeres estudiantes, quienes también fueron pilares de la protesta

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    La transformación de la Universidad de Guanajuato está liderada por mujeres, alumnas organizadas que han resignificado, a través de la protesta estudiantil, la resistencia, la memoria y la dignidad.

    Detrás del Movimiento Colmena, que mantuvo una paro de 22 días en la Rectoría General, está el antecedente del trabajo de ocho alumnas de la licenciatura en Ciencia Política para abrir el debate sobre feminismo y perspectiva de género en la institución; todas ellas unidas en la Red Sui Géneris.

    Este pequeño grupo de mujeres estudiantes, en conjunto con otras alumnas universitarias, determinadas a exigir democracia, transparencia y trato digno, fueron el pilar de la movilización estudiantil que concluyó hace un par de semanas.

    Frida y Desirée son dos de las estudiantes que fortalecieron el movimiento con su liderazgo, plantándose de frente a las autoridades y exigiendo, desde la perspectiva femenina, una universidad sin corrupción ni privilegios heredados por años del “agripinismo”.

    Foto: Juan José Plascencia
    Foto: Juan José Plascencia

    Vestida con ropa obscura, Frida se expresa con seguridad, habla sobre la necesidad de que los estudiantes se apropien de sus espacios. Proyecta firmeza, pero se reconoce una persona sensible y afín al activismo.

    Desirée irradia irreverencia. Su cabello rosa sobresale de las ordinarias cabelleras castañas, lo mismo que su inteligencia y su visión sobre los derechos humanos: la dignificación de las víctimas, la memoria y el respeto a las identidades de género.

    Foto: Juan José Plascencia
    Foto: Juan José Plascencia

    Desde su rebeldía transformadora se revelan como auténticas universitarias, no “pseudo estudiantes” o integrantes de un grupo de “porros” como a través de una campaña de descréditos autoridades trataron de calificarlas. Ellas son las mujeres pilares del Movimiento Colmena.

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    Frida intentó tres veces ingresar a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). No lo logró y para continuar con sus estudios, optó por solicitar su ingreso al mismo programa pero en la Universidad de Guanajuato. Su admisión e ingreso ocurrió durante la pandemia por el COVID-19, por lo que durante dos años sus clases fueron virtuales.

    La modalidad educativa a distancia y la idea de estudiar en un lugar en donde en un principio ella no quería estar la hacían sentir que la universidad no era su casa. No la sentía su alma mater.

    Cuando por fin las clases fueron presenciales y Frida se presentó en la aulas, veía el edificio universitario de Lascuráin de Retana - donde se ubica la División de Derecho, Política y Gobierno- como una espacio sacro, casi inmaculado. Ir a la escuela era como visitar un museo, porque en la entrada incluso se le pedía su identificación como alumna con un código QR.

    Tras el paro universitario, las cosas cambiaron para ella. La movilización la transformó, la ayudó a sentirse parte de una comunidad, ahora siente que los espacios universitarios le hablan. Por fin se siente parte de la colmena.

    P: Concluida está resistencia de 22 días en la Rectoría General, ¿Cuál crees que es el legado más importante del movimiento?

    P: ¿Cómo vivieron la estigmatización por ir encapuchadas o por las expresiones que los distinguieron?

    R: Había de dos: o no nos encapuchábamos y no rayamos y estábamos a merced de las formas y los modos que quería la universidad, la idea de la iconoclasia o que los espacios sean pintados con consignas. Sin embargo, es un momento en el que vas caminando en la calle y la calle te habla, eso pasa en la universidad.

    Entras al espacio, entras a esa trinchera de la Rectoría y no hay necesidad de que alguien que participó en el Movimiento Colmena te diga nada, cuando lo puedes leer en las paredes, esa es la importancia de que esas consignas estén ahí, es la memoria pura de lo que pasó en el paro.

    Foto:Juan José Plascencia Frida, integrante del Movimiento Colmena
    Foto:Juan José Plascencia Frida, integrante del Movimiento Colmena

    P: Este movimiento tiene como antecedente muy importante la organización de una red de mujeres, quienes visibilizaron el momento que estaba viviendo la universidad y fueron un pilar fundamental para sostener la resistencia, ¿quiénes son?

    R: Es una red en la que hemos estado trabajando desde hace meses atrás y que poco a poco va teniendo un poquito más de forma. La Red Sui Géneris fue fundamental para lo que hoy día es este movimiento, el Movimiento Colmena, sea esta organización permanente, autónoma y de unión y creo que fue desde el inicio y hasta el final que la red estuvo ahí todo el tiempo; no sólo las ocho mujeres de la red que son de Ciencia Política, sino otras mujeres en el tema de la organización y si por alguien la resistencia llegó a 22 días, fue por muchas compañeras que se movieron tras bambalinas.

    P: ¿Qué percibes que ha cambiado, que no ha cambiado y que permanece, desde tu perspectiva de estudiante, en lo relacionado a los temas de género en la universidad?

    P: ¿Tú ves que con la llegada de una mujer a la Rectoría hay posibilidades de cambio?

    R: No va haber un cambio si siguen personas así de autoritarias, así de violentas dentro de su administración. No va a haber un cambio en lo absoluto y no va a representar absolutamente nada que Claudia esté ahí, si las autoridades subordinadas a ellas siguen siendo las mismas.

    Ni veo ni un cambio en esta administración para que se le deje de decir que es parte del “agripinato” y la otra es que tampoco veo que se quiera legitimar, porque tiene la pauta de poder legitimarse ante los estudiantes.

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    Desirée reconoce que proviene de un contexto privilegiado en donde se le permitió cuestionar sobre todo lo que la rodeaba, por eso es que tuvo un acercamiento temprano con el activismo, lo que fue determinante para que sobresaliera como liderazgo del movimiento estudiantil.

    Se crió en la Ciudad de México con su madre, quien luego murió y este motivo la trajo a vivir a Guanajuato, en donde ya radicaba su papá desde hace años. Aquí buscó afinidades, creó un podcast para hablar de feminismos y luego se involucró en la defensa de toda una comunidad universitaria.

    Durante el paro se le distinguió como la chica del cabello rosa; aunque en el movimiento se acordó un liderazgo horizontal, ella era una de las personas a quien se le buscaba para resolver problemas, participar en negociaciones o para informar sobre acuerdos.

    P: ¿Cómo comenzaron tú y tus compañeras a tener estos intereses de involucrarse y protestar por cómo se estaba manejando la vida institucional de la universidad?

    P: ¿Cuál crees que es el legado que las mujeres del movimiento le dejan a sus compañeras?

    R: Yo creo que hablando específicamente la red y no por demeritar la participación de otras morras que también hicieron muchas cosas, pero creo que la cuestión de la resistencia, la memoria y la dignidad. Para mí es muy fuerte que ocho morras hayamos tenido este alcance y hayamos aguantado 22 días como los aguantamos y estar todavía en colectividad y sentirnos abrazadas y sentirnos parte de algo.

    Foto: Juan José Plascencia Desirée, integrante del Movimiento Colmena
    Foto: Juan José Plascencia Desirée, integrante del Movimiento Colmena

    Mediáticamente no sé qué tanto se supo de las mujeres, pero al menos toda la gente que sabe que hubo una toma de rectoría, al menos identificaban a dos morras que eran las que estaban tomando rectoría. Creo que el que puedas rescatar una figura de ahí que sea mujer, para mí es mucho qué decir.

    P: ¿La red surge relacionada con las violencias que viven las estudiantes en la Universidad de Guanajuato?

    P: Sobre la transición que está viviendo la universidad respecto a que una mujer haya sido designada como rectora y la manera en cómo se dio todo este proceso, ¿qué opinas?

    R: Es parte de una instrumentalización, tiene que ver con llenar un espacio. Este discurso de Claudia no es muy congruente y el hecho de que trate de usar un discurso de género. A mí me impactó mucho lo que dijo en la firma de pliego de Valenciana, cuando cuestionaron el sueldo del rector.

    El sueldo del rector es algo que se ha cuestionado desde hace mucho tiempo y el hecho de que ella lo haya querido pasar a un discurso de género, de que ella por ser mujer no se puede bajar el sueldo porque ya existe una brecha en cuestiones de salario y de género, me parece que está tratando de usar el género a su favor, porque tendríamos que hablar de las cuestiones salariales en todo el departamento o por qué en su equipo hay una sola mujer.

    Para las estudiantes de la red Sui Géneris, la lucha por la dignidad sigue, tiene la convicción de encontrar justicia por los atropellos y falta de escucha de las autoridades universitarias. El paro terminó con dignidad, las alumnas destaparon sus caras, dejaron al descubierto su sentir y prometieron no volver a guardar silencio.

    29 de octubre de 2023, 13:54

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