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Le llueven a Alejandra Gutiérrez reclamos estudiantiles en visita a la UNAM
La alcaldesa llegó con un fuerte resguardo a la sede leonesa de la universidad nacional y ofrece escuchar pero culpa de inseguridad a drogas; titular del Instituto de la Mujer expone servicios y Mario Bravo calla
Una comunidad universitaria molesta por la inseguridad, la violencia de género, la escasez de agua y el deficiente sistema de movilidad en la ciudad, confrontó de viva voz a la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos, durante una visita de la gobernante a la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM, con sede en este municipio.
En un ejercicio de proximidad y diálogo con tintes de precampaña, la panista, que en días pasados declinó a su aspiración de convertirse en candidata a la gubernatura y presentó ante su partido una carta de intención para reelegirse como presidenta de León, acudió este 10 de octubre acompañada de integrantes de su gabinete, como el titular de seguridad pública, Mario Bravo Arrona, y la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Mónica Maciel Mendez.
La alcaldesa arribó al campus con un fuerte operativo de seguridad, que la custodió hasta el auditorio. Desde el estacionamiento, caminó escoltada por la directora de la ENES, Laura Susana Acosta Torres -que busca convertirse en rectora de la UNAM-, el exdirector del campus, Javier de la Fuente Hernández, y funcionarios universitarios de menor rango.

En un auditorio abarrotado - que paulatinamente se fue vaciando-, estudiantes de de distintas licenciaturas esperaban a Alejandra Gutiérrez, quien inició el diálogo con la premisa de que a las personas en el poder no les gusta escuchar críticas de su gestión, por lo que sería una excepción en esta tendencia.
"A la mayoría de los políticos no les gusta soltar el micrófono, nada más quieren que los escuchen pero no les gusta escuchar. A la mayoría nada más les gusta que les digan lo que está bien y no lo que está mal, a mí sí me gusta que me digan también lo malo”, anunció.
Esta iniciativa parte del Instituto Municipal de la Juventud, bajo el supuesto de incluir las voces de este grupo poblacional en el plan de gobierno que encabeza Gutiérrez Campos. Así fue expuesto por el municipio en un boletín de prensa.
Cuando inició el evento, los reclamos no se hicieron esperar.

Con datos duros, vivencias personales y colectivas, alumnas y alumnos pusieron sobre la mesa circunstancias que no son ajenas al resto de la población de este municipio. El aumento exponencial de homicidios dolosos, feminicidios, ataques armados a plena luz del día y la respuesta estratégica del gobierno municipal fueron algunos de los principales cuestionamientos del alumnado.
En respuesta, Alejandra Gutiérrez aseveró que “el 99.9 por ciento de los casos de homicidios son a causa de la venta y consumo de drogas”.
Pero a los señalamientos iniciales de inseguridad, se sumó la incredulidad en las estadísticas oficiales que hablan de una reducción del índice delictivo y la desconfianza en la policía municipal pese al aumento de las unidades, equipamiento y salarios para los elementos de la corporación.
“El discurso (oficial) es amplio y los resultados pareciera que son otros en las experiencias de cada compañero, prácticamente el reflejo de los números no lo estamos viviendo en nuestra experiencia, se habló del incremento de las unidades de seguridad, pero quisiera saber si en esta preparación hay justo una perspectiva de género involucrada, por el acoso de las unidades (hacia las mujeres)”, cuestionó una estudiante, que abordó las complicaciones para denunciar ante la autoridad a los elementos de seguridad pública.

Ante estos cuestionamientos, el secretario de seguridad, Mario Bravo Arrona guardó silencio. A diferencia de la titular del Instituto Municipal de la Mujer, Mónica Maciel, quien por petición de la alcaldesa, dio una amplia explicación acerca de las acciones implementadas por la paramunicipal para prevenir y erradicar la violencia de género.
Momentos después de esta intervención, el titular de seguridad pública abandonó el auditorio bajo el resguardo de sus escoltas. Para los estudiantes en reclamo no tuvo palabras, ni cuando expresamente una estudiante pidió cuidar a las infancias en las calles, en colonias como, donde se sobrevive bajo la constante amenaza del crimen organizado.
El secretario tampoco escuchó las últimas peticiones para aumentar la vigilancia en la zona de la comunidad de Los Tepetates, vecina de la ENES y donde residen decenas de estudiantes foráneos.
Una estudiante reclamó la falta de empatía de las y los servidores públicos, lejanos a la ciudad que gobiernan y a las realidades para las que diseñan programas y políticas públicas.
“Hace falta que las personas que están diseñando y gobernando puedan vivir a nivel de calle, que realmente puedan experimentar lo que se siente viajar en este transporte público tan ineficiente que viene completamente lleno, creo que hace mucha falta que puedan experimentar la ciudad como nosotros, es la petición, que trate de experimentar la ciudad como nosotras”, exclamó una de las estudiantes a la alcaldesa y a los funcionarios presentes.

En su respuesta, la presidenta aseguró que, desde que fue estudiante en la Universidad de LaSalle, camina por las calles de la ciudad y que es usuaria del transporte público, donde escucha las peticiones de la gente, aunque este ejercicio lo ha realizado dos veces durante dos años de administración, en los días en los que se conmemora el Día Mundial sin Auto.
Infraestructura y transporte, una deuda de antaño
Aunque la llegada de la UNAM a León fue celebrada con mucha insistencia por el exgobernador Miguel Márquez Márquez, y el exalcalde Ricardo Sheffield cuando éste aún vestía los colores de Acción Nacional, la deuda en materia de infraestructura y movilidad con la comunidad estudiantil persiste desde 2011.
Ya son diez programas de licenciatura y más de quince especialidades y diplomados los que se ofertan en este campus, pero este crecimiento en oferta académica y planilla estudiantil no se ha visto reflejado en las condiciones en las que la mayoría de sus estudiantes pueden llegar a clase cada día.
Actualmente, la única ruta de transporte público que llega a la ENES parte de la base de transferencia Timoteo Lozano cada 20 o 30 minutos. Ésto deja sin opciones a los estudiantes que se trasladan de otros puntos de la ciudad, y genera la aglomeración de las unidades en horas pico.

El alumnado también urgió a revisar y mejorar el alumbrado público en la zona, así como las calles aledañas que no han sido pavimentadas al día de hoy.
“La entrada para acá es difícil el acceso caminando, muchos no contamos con automóvil, nuestro medio de apoyo es caminar, creo que hace falta una infraestructura para llegar a la universidad”, pidió otro estudiante, vecino de la comunidad de Los Arcos.
Pero ni el ímpetu de los estudiantes que aprovecharon la ocasión para hacerse escuchar despertó en las autoridades universitarias el interés de hacer eco a las demandas de su comunidad.
Como si en el auditorio Javier de la Fuente nada hubiese ocurrido -nombrado así por el primer director del campus- , el mismo académico que no ha abandonado su influencia en la ENES, ni la directora Claudia Susana Acosta Torres, replicaron hacia Alejandra Gutiérrez las necesidades de la institución de lideran, y haciendo espacio para las fotos y videos, escoltaron a la alcaldesa de vuelta a su camioneta blindada.
12 de octubre de 2023, 14:08
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