Masiva y rotunda fue la reacción de la ciudadanía que generó la tala de 63 árboles en las obras del Malecón del Río, una infortunada decisión del gobierno municipal leonés a la que le siguió una errática comunicación ante el reclamo social. Colectivos ambientalistas lograron recolectar más de 300 firmas para presentar un amparo que frenaría lo que califican como un ecocidio, a la vez que reprochan a la alcaldesa Alejandra Gutiérrez que no se les tome en cuenta o escuche para la conformación de proyectos urbanos.

El corte de plantas arbóreas ocurrido la madrugada del viernes 23 de junio causó indignación de una ciudadanía que se mostró harta de que sea privilegiada la movilidad de vehículos de motor sobre los espacios verdes.

Este yerro y sus consecuencias representan un duro golpe a las aspiraciones políticas de Alejandra Gutiérrez, en un momento previo a las definiciones del proceso interno panista. A la enérgica reacción de la ciudadanía leonesa le siguió el eco a nivel nacional de lo ocurrido en el Malecón.

Colectivos ambientalistas como Urbe, Planeta B, EcoLider, Fundación de Rescate Arbóreo -FURA- y León 2030 convocaron a los leoneses a sumarse a la demanda de amparo en contra del gobierno municipal y estatal por las afectaciones que han provocado al medio ambiente.

A ellos se sumó la Asociación Leonesa de Adultos Mayores -Aldama-, que con arbustos en mano se presentaron frente al palacio municipal para exigir al gobierno municipal el cese a los cortes de árboles.

Las obras en el Malecón del Río, ubicadas a la altura del bulevard López Mateos, iniciaron a principios de mayo y contemplan la ampliación de uno a dos carriles en la rampa que da acceso a la parte superior de la vialidad.

La respuesta de la ciudadanía fue contundente, más de 300 personas se sumaron a la propuesta, mientras que la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, posteaba en redes sociales un mensaje en donde se decía “indignada” por las acciones de su propio gobierno, lo que valió una gran cantidad de críticas.

“No puede venir a decirnos que se siente indignada, es ridículo, no se puede creer que ella no estuviera al tanto de los trabajos y si es así lo menos que debería sentir es vergüenza”, reclamó de manera airada Jesús Rodríguez mientras esperaba su turno para firmar la petición del cese a la tala de árboles.

Mientras los ciudadanos exigían respuestas, las autoridades nunca salieron a dar la cara y fue a través de redes sociales y un comunicado en el que pretendieron justificar la tala y retiro de los árboles.

La mañana del 23 de junio la dirección de Medio Ambiente compartió un documento en donde informaba la tala de 63 árboles y la trasplantación de 13 más, respaldada con “permisos otorgados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales -Semarnat- para retirar los árboles del Malecón”.

Horas más tarde, la alcaldesa hizo lo propio y a través de un tweet compartió documentos del manifiesto de impacto ambiental de la obra en donde se precisa que fue el ex alcalde Héctor López Santillana quien presentó los oficios en julio del 2020 para la autorización de la ampliación del malecón del río.

Para el domingo 25 de junio, la alcaldesa apareció en un video en donde reiteró el mal manejo en la tala de los árboles y anunció la plantación de 11 mil arbustos, sin embargo, esto obtuvo un efecto contrario y las críticas se intensificaron.

“Hoy reconozco que fue incorrecta la forma en que se retiraron los árboles por la obra del malecón”, explicó Alejandra Gutiérrez.

Por su parte,Tarcisio Rodríguez Martínez, titular de la Secretaría de Infraestructura, Conectividad y Movilidad (SICOM) del gobierno estatal, aseguró que la responsabilidad de la tala es del gobierno municipal, al ser el encargado de la elaboración del proyecto integral, así como de la gestión de permisos ambientales.

“Los árboles que talaron el día de hoy ya dejaron de prestar servicios ambientales y no se pueden compensar con los del vivero porque ellos ya existen, ya prestan un servicio”, explicó Ricardo Ibelles, integrante de FURA.

Colectivos alzan la voz

La madrugada del viernes diversos, actores de la sociedad y colectivos daban cuenta del ecocidio a través de redes sociales, en videos y fotos se mostraba cómo gran parte de los árboles que se ubicaban en el tramo Mercado República-López Mateos-Calzada sobre el Malecón del Río habían sido retirados y otros talados. Los primeros en alzar la voz fueron los colectivos Urbe y Planeta B, quienes ya habían advertido las consecuencias ambientales que conlleva la ejecución de la ampliación del Malecón.

Por lo que, al difundirse la tala de los árboles, la tarde del viernes 23 convocaron a la ciudadanía para que participaran en la recolección de firmas y así presentar una demanda de amparo y frenar la obra.

“El amparo tiene dos propósitos puntuales: el primero es lograr la suspensión temporal de las obras de malecón; el segundo es informar cuál era el servicio ambiental que brindaba el arbolado que existía en la zona”, relató Ernesto Ramírez.

Tanto ambientalistas como personas de a pie coincidieron en la opacidad de las autoridades, al no informar al público en general sobre las obras, así como la falta de apertura a las asociaciones civiles y expertos para participar en la conformación del proyecto.

“Las acciones del gobierno no son congruentes con su discurso, realizan eventos o conversatorios de medio ambiente, traen eminencias para hablar sobre el tema, gastan dinero en ello y al final no les hacen caso”, reprochó Ricardo Ibelles, integrante del colectivo FURA.

Los colectivos también mencionaron la poca apertura del gobierno para integrar a ambientalistas en la realización de proyectos de infraestructura amigables con el medio ambiente.

“Nunca ha existido la invitación de las autoridades, hay un temor muy grande de que las personas opinen y no coincidan con las estrategias de los gobiernos”, explicaron integrantes del colectivo URBE.

Además de la poca apertura a la participación ciudadana en los proyectos de vialidades y movilidad, la manera en que las autoridades llevaron a cabo la tala y el trasplante de árboles, además de dudas, ha dejado la sensación entre la sociedad de que la autoridad actúa “a escondidas”.

“Realizaron la tala en la madrugada, escondidos, y ninguna autoridad habla de ello. Es a través de los colectivos que hemos accedido a la información, cuando tendría que ser el gobierno quien debería estar aquí dando la cara”, narró Berenice Díaz.

Hasta el sábado 24 los colectivos ambientalistas lograron recolectar más de 329 firmas que conforman el amparo que sería presentado en las oficinas del Poder Judicial de la Federación.

El lunes 26 por la mañana, un grupo de más de 50 integrantes de la Asociación Leonesa de Adultos Mayores se reunieron frente a la presidencia municipal, en donde gritaron "¡Ale, Ale, esto no se vale!” y “¡No más ecocidios!”, exigieron la compensación de los árboles talados, así como el cese a los cortes de más ejemplares, además de reprochar a la administración municipal su insensibilidad en materia ambiental.

Al final de la manifestación, el colectivo le entregó a cada dirección un arbusto como un recordatorio de la importancia que tiene el medio ambiente para la ciudadanía.

Para Ernesto Reyes, dirigente de la asociación de adultos mayores que agrupa a 4 mil personas de la tercera edad, el que dos días después la alcaldesa haya dado la cara contradice el lema “24/7” que tanto pregona.

“Con estos actos la alcaldesa nos demuestra que no le interesa el tema ambiental, que le vale gorro, el mensaje es muy claro. Alejandra, deja de talar y ponte a trabajar”, expresó el colectivo.

¿Compensación?

De acuerdo con las autoridades, la compensación de los árboles retirados y talados se llevaría a cabo con la plantación de 250 ejemplares en el bulevar Juan Alonso de Torres.

Para los ambientalistas esto no representa una compensación, pues los árboles que retiran de las vialidades no producen los mismos beneficios que los ejemplares que fueron talados ya generaban.

“No existe una compensación real, no pueden resarcir el daño con árboles que ya existen, eso es ilógico, además que no tienen el mismo peso ambiental que los que fueron talados”, explicaron integrantes de FURA.

Otra de las problemáticas que los inconformes señalaron es que la trasplantación de los árboles se va a realizar en otros sitios que se ubican a kilómetros de donde fueron retirados.

“Las compensaciones se deben realizar en una zona cercana o sobre el malecón, en donde se está haciendo la afectación, porque de nada sirve que los árboles los estén plantando a 10 a 5 km de distancia”, señaló el colectivo URBE.

En este sentido, fueron los integrantes de FURA quienes aseguraron que darán seguimiento a los 13 ejemplares que fueron trasplantados a la preparatoria militarizada que se encuentra en la colonia 10 de Mayo, a más de 10 kilómetros de la zona afectada.

“En la construcción del distrito León MX se trasplantaron cinco árboles a la glorieta del Paseo de los niños y todos se murieron, prometieron 250 árboles y hasta la fecha seguimos esperando”, mencionó Ricardo Ibelles.

Adicionalmente, vecinos del Malecón externaron su preocupación por la gran variedad de aves que habitan en los árboles, ya que de continuar con la tala, éstos se quedarían sin hogar.

“En estos árboles viven una gran cantidad de pajaritos ¿si cortan más árboles a dónde irán? Todo para echar más concreto”, narró el señor Santiago.

De acuerdo con los ambientalistas, las obras de infraestructura que se realizan en la ciudad solo benefician al 30% de la población, que son quienes se mueven en automóvil particular, mientras que el 70% de los viajes se realizan en transporte público, en bicicleta, caminando y en otros medios de transporte.

A esto se le suma que en la mayoría de las obras no están integradas con el medio ambiente que los rodea y por ello “retirar los árboles siempre es la primera opción” para las autoridades, explica Ricardo Ibelles.

“Si el proyecto estuviera enfocado en resolver los temas de movilidad no estarían buscando ampliar carriles vehiculares, sino incrementar el número de pasos peatonales, espacios exclusivos para el transporte público y áreas para ciclistas", afirmó Ernesto Ramírez.

Reunión infructuosa

De última hora, el lunes 26 autoridades municipales convocaron a los Colectivos Planeta B, URBE, FURA y Ecolíder quienes se movilizaron junto a la ciudadanía tras la tala de 63 árboles en el Malecón de Río.

Déjame Plantado, otro de los colectivos invitados a reunión no asistió mencionado que ya era tarde para atender la problemática, pues desde principios de mayo el colectivo había buscado el acercamiento con la alcaldesa, pero no tuvieron respuesta.

En la reunión llevada a cabo el martes 26 en el poliforum de León, participaron el consejo ciudadano del Instituto Municipal de Planeación -Implan- y su titular Rafael Pérez Fernández, así como la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, Jared González Márquez presidenta de la comisión de Obra Pública e Hidelberto Moreno, presidente de la comisión de Medio Ambiente.

En la reunión los funcionarios explicaron la validez del proyecto desde una perspectiva errónea como lo consideran los ambientalistas al dejar de lado la movilidad que es la problemática de fondo.

“El problema no es solo que se haya talado el arbolado, el tema de fondo es la movilidad”, mencionó Ernesto Ramírez.

Y aunque las autoridades reconocieron al malecón como un punto importante de áreas verdes para la ciudad, los colectivos no perciben que vayan a existir adecuaciones en las obras.

“No hay intención de un replanteamiento integral del proyecto, sin embargo, esta reunión sirvió para explicar de primera mano nuestro posicionamiento y peticiones, además de dejar en claro que seguiremos adelante con el amparo”, comentó el representante de URBE.

Las peticiones manifestadas por el colectivo en la reunión fueron las siguientes:

1. • La adaptación en el diseño de vialidad que no afecte vegetación ni fauna de la zona bajo la normativa del reglamento para la gestión ambiental de León.
2. • El rediseño en el proyecto ejecutivo en donde se considere la Ley General de Movilidad Vial municipal y estatal.
3. • Un estudio comparativo sobre los beneficios ambientales que ya ofrecía el arbolado talado en contraste con los árboles que se plantarán como compensación.
4. • La elaboración de un proyecto integral ecosistémico del sitio que sirva para reparar las afectaciones causadas por la tala de los árboles.

Pese a que en la reunión Alejandra Gutiérrez estuvo presente esto solo sirvió para dejar en claro que es el titular del Implan quien tienen mayor conocimiento del proyecto.

“Nos llama la atención que la alcaldesa no esté al tanto, como titular de la administración municipal debería estar atenta al proyecto emblema de su gobierno”, finalizó Ernesto Ramírez.

El colectivo destacó que la reunión no se realizó para llegar a acuerdos o tener una negociación ya que las exigencias de la asociación son “claras e innegociables”.