Una de las personas que denunciaron detenciones arbitrarias por parte de elementos de la Policía de León y de policías estatales denunció que fue arrestado y amenazado por segunda vez con lujo de violencia la noche del viernes, sin motivo. Teme sean represalias por el incidente del 3 de enero en la colonia Vista Hermosa, donde además hubo abusos sexuales por parte de los oficiales.

No sería el único acto intimidatorio por parte de policías contra cinco personas, integrantes de la organización social Ladrillo X Ladrillo A.C., tres mujeres que sufrieron tocamientos de índole sexual durante la revisión y dos hombres que las defendieron. Dos de las muchachas, hermanas entre sí, reportan vigilancia excesiva afuera de su domicilio, que más bien sugiere acoso policiaco.

Este domingo, el Municipio de León informó que por un caso de "hechos presuntamente delictuosos en la modalidad de abusos sexuales", en contra de una joven, dos oficiales, José Israel, de 40 años y José de Jesús, de 23 años, fueron detenidos en las primeras horas de este día y puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado. Además, la Secretaría de Seguridad Pública municipal inició el proceso de baja de ambos oficiales de Policía.

Se desconoce si estas acciones se refieren al caso de Yolanda, la menor con discapacidad, ya que su hermana Mariana y otra menor, Alina, también fueron víctimas de tocamientos de índole sexual, quienes no se mencionan en el boletín. Además, a Mariana la agredió y robó dinero una oficial mujer, que de momento seguiría impune.

Sobre la segunda detención del joven Juan Manuel, el viernes por la noche, agentes municipales argumentaron que era por agredir a dos personas en un parque, sin embargo él lo niega. Fue multado por desorden público con 400 pesos y liberado a las pocas horas, pero ahora teme por su vida.

Imagen tomada del video.

Yolanda Martínez, madre de Mariana y Yolanda, lamentó la actuación de la Policía, no solo por estos hechos, sino la detención de una pareja con hijos pequeños, mismos que quedaron sin supervisión en plena calle o la de un joven barman golpeado y arrestado sin razón, advirtiendo que si así se comportan regularmente los oficiales, el deterioro de la corporación es peor de lo que la gente imagina, por eso no debe renunciar.

El grupo presentará su denuncia penal esta semana, tras haber acudido ya a Asuntos Internos y a la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato.

El origen del conflicto

El pasado 3 de enero, un grupo de jóvenes y algunos padres de familia se reunieron después de un partido de fútbol en calles de la colonia Vista Hermosa, cuando fueron abordados por policías tanto municipales como estatales, para una revisión que en su momento se justificó porque entre ellos había personas sin cubrebocas.

Con fuerza excesiva e insultos, una veintena de policías comenzó a revisarlos, entre ellos, a tres mujeres jóvenes, de 23, 16 y 14 años de edad, la segunda, con discapacidad intelectual, y comenzaron a realizarles tocamientos de índole sexual, incluso una oficial mujer participó en estas acciones. La menor de 16, quien además tiene asma, comenzó a gritar horrorizada y su padre, él mismo, objeto de revisión, exigió que la soltaran, por ser menor de edad. Un joven de 20 años, Juan Manuel, lo secundó en sus llamados a los policías.

En medio del tumulto, terminaron soltando a las muchachas, pero se llevaron detenidos a los dos hombres, en medio de golpes y malas palabras.

El arresto, por no usar cubrebocas por parte de oficiales, algunos sin cubrebocas. Fotos: especiales

Yolanda Martínez, madre de dos de las muchachas agredidas y dirigente de la organización Ladrillo x Ladrillo, encabezó una manifestación con familiares, amigos y colaboradores afuera de Cepol para denunciar el abuso policiaco y exigir la liberación de José Juan, su exesposo y del joven José Manuel, también participante en Ladrillo X Ladrillo.

Aunque la detención ocurrió alrededor de las 11:30 de la mañana de ese domingo, primero llegaron los inconformes a protestar a la delegación Poniente, antes que la patrulla que se llevó a los dos hombres.

"El buen juez, por su casa empieza"

La patrulla no llevó a los dos colaboradores de Ladrillo X Ladrillo directamente a Cepol Oriente, realizó otras detenciones hasta casi "llenar" la caja de la camioneta.

Durante su trayecto, José Juan y Juan Manuel fueron objeto de amenazas de muerte y aplicación de fuerza excesiva, ya que cuando les dijeron a los oficiales que les apretaban demasiado las esposas, los agentes las apretaron más. También fueron testigos de un trato similar a otros detenidos: en al menos uno de los casos, los oficiales de esa patrulla abordaron a un joven que caminaba en la calle y lo detuvieron sin motivo.

Al propio José Juan, padre de las víctimas de agresión sexual, iban planeando cómo "sembrarle cebollitas", es decir, drogas, solo que en ese momento recibieron "el pitazo" de que había gente "armando argüende" afuera de los separos por ellos dos y no se concretó ese otro "delito", por lo que finalmente los llevaron a procesar a Cepol, cerca de la 1 de la tarde.

Manifestación frente a Cepol.

Mientras, Yolanda Martínez y otras inconformes, entre ellas sus hijas, exigía que los soltaran, pues no habían cometido falta alguna, no obstante, presenció cuando Óscar Nava, jefe de grupo, conversaba con un oficial para decidir en ese momento qué cargo les impondría el juez calificador a los dos detenidos: si era por no usar cubrebocas o por faltar el respeto a la autoridad.

No obstante, ella evidenció en el lugar que el rigor de sanidad que la Policía pretende imponer en los ciudadanos no se aplica en las propias instalaciones de Cepol Piletas, ya que el tapete de la entrada no tenía líquido, el botón del aparato que arroja el sanitizante sobre los cientos de visitantes diarios al lugar se veía sucio, no había despachador de gel ni una manera de revisar la temperatura de los visitantes, mucho menos que estos portaran cubrebocas para poder darles acceso. "Ustedes, como instancias municipales, se contradicen con lo que están pidiendo", les dijo.

Finalmente, la multa se emitió por 100 pesos para cada uno, por "Cualquier acción u omisión que afecte la salud pública", o sea, por no usar cubrebocas. El pago se hizo directamente "en la puertita" y se entregó en mano de un oficial, que entregó los recibos 25762 y 25763 del Juzgado Cívico.

Error de las autoridades genera confusiones

Los quejosos y Yolanda Martínez, en su calidad de tutora de su hija con discapacidad, acudieron un día después de los hechos a la Procuraduría de los Derechos Humanos, donde presentaron su queja que quedó asentada en el expediente 3/21-A, con todas las pruebas con las que contaban.

Aunque ahí se ofreció terapia a las víctimas, la madre de familia aclaró que prefería que Yolanda hija continuara con su psicóloga habitual, ya que la menor, por su discapacidad es muy sensible a las emociones, y que ante el episodio traumático que sufrió a manos de quienes debían protegerla, era mejor que lo abordara en un espacio que ella considera seguro.

Posteriormente acudieron a Asuntos Internos, cuya oficina emitió un boletín donde aseguró que investigaría el caso como un presunto abuso policial, sin embargo, contenía un error: no fueron detenidas las mujeres agredidas, sino dos hombres, este dato oficial fue tomado por la prensa, de ahí que generara la confusión de que habían sido “mujeres futbolistas” las detenidas.

La denuncia ante Derechos Humanos.

Detenciones arbitrarias, ¿un patrón?

Juan Manuel, el joven detenido por segunda vez, detalló que el encuentro con los policías ocurrió cuando cruzaba con su novia un parque cercano a bulevar El Yacimiento, cerca de Residencial El Faro, cuando oficiales a bordo de la patrulla 252 lo abordaron y se lo llevaron "por aventar piedras", cuando ya iba a bordo de una patrulla "me acusaron de golpear a una mujer y a un hombre que subieron conmigo", algo que niega rotundamente.

"Me Decían Muchas Cosas La Verdad Ya Es Mucho Y La Verdad Tengo Miedo Que Me Hagan Algo Por Que Me Amenazan y La Verdad No Estoy A Gusto Que Salga De Mi Casa Y Me Lleven Sin Motivos", declaró.

Trascendió que su novia, quien lo acompañaba al momento del arresto, aseguró que los policías se lo llevaron sin razón.

Finalmente lo dejaron salir tras el pago de una multa de 400 pesos, "por afectar el Orden Público".

En un video en poder de POPLab, el joven trabajador de la construcción y colaborador de Ladrillo X Ladrillo confiesa que teme hasta por su vida y su integridad física, por lo que hace responsables de ello al alcalde de León, Héctor López Santillana, y al gobernador Diego Sinhue Rodríguez, ambos, en su calidad de jefes de los elementos a los que denunció.

La dirigente de Ladrillo X Ladrillo A.C., por su parte, advirtió que hay vigilancia constante de patrullas afuera de su domicilio, lo que más bien parece acoso, pues es una colonia irregular y no era común ver policías.

Reiteró su intención y la de sus familiares de mantener su denuncia contra los malos elementos, aunque pidió a los leoneses seguir atentos a su caso para que no se concrete ningún daño hacia ellos.