Para Belén, quien ha buscado una casa de reposo para su padre desde por lo menos hace 3 años, no existe un solo establecimiento que no presente deficiencias. El asilo donde ahora tiene a su padre iba a celebrar su aniversario de fundación justo esta semana, en medio de la pandemia. Pretendían reunir alrededor de 50 personas, entre mariachis, trabajadores del asilo, familiares y adultos mayores en un mismo lugar. No sucedió porque ella se quejó y lo cancelaron.

Con todo y que la Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG) reporta que más del 60 por ciento de las defunciones por COVID-19 se concentran en la población adulta mayor, el estado de Guanajuato no cuenta con estadísticas de contagios en asilos, ni con un registro de cuántos establecimientos hay, cuánta población albergan y si las condiciones de asistencia que ofrecen se apegan a las leyes y respetan los derechos humanos.

Las respuestas que ofrece la SSG es que no están obligados y que no tomaron en cuenta la variable "personas adultas mayores provenientes de asilos" en el seguimiento epidemiológico de la pandemia. Y, por su parte, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) contesta con cifras de despensas entregadas, llamadas recibidas y visitas a domicilios particulares.

Fotos: Alonso Merino Lubetzky

Pese a que ambas instituciones están obligadas por las Leyes de Salud, del Sistema Estatal de Asistencia Social, de Organizaciones de Asistencia Social y de Derechos de las Personas Adultas Mayores, ninguna de las dos reporta una especial atención a dicha población en boletines, sesiones de consejo, fichas informativas o reportes trimestrales de oficio.

De diez meses que lleva el 2020 y ocho de ellos en pandemia, se olvidaron de la población más vulnerable frente a la COVID-19: las personas adultas mayores bajo cuidados no familiares que habitan asilos, residencias o casas de reposo.

Reportajes anteriores publicados en nuestro portal dan cuenta de que en el caso de León el DIF municipal es reflejo de su homóloga a nivel estatal. Maltrato físico, negligencia, conteos incompletos de contagios de coronavirus, subregistro de asilos privados formales e informales y violaciones a derechos humanos básicos se han documentado mediante testimonios en estos establecimientos.

Negligencia, violencia y poco profesionalismo

Según el promedio de residentes por asilo en Guanajuato con base en datos del INEGI, en la entidad habría más de mil 400 adultos mayores habitando centros de asistencia, pero no hay en el estado alguna institución encargada de su puntual supervisión durante la pandemia provocada por el SARS-CoV-2.

Belén nos cuenta:

"Es increíble que pasen estas cosas de una manera tan normal. Que la gente, que cualquier persona sea capaz de poner un lugar así. Se atreva. Y que los que creemos que tienen un poco más de experiencia, incluso siendo gerontólogos, y aún así no le cabe en la cabeza que es una irresponsabilidad tener un evento así . Sí te decepciona, te entristece, te da mucha impotencia, y que no haya una persona, una asociación o institución encargada de regular".

En estos años de búsqueda de un espacio adecuado se ha encontrado con "situaciones peores, donde se sufre violencia. Es tan terrible —dice. En busca del mejor lugar posible para mi papá, mi mamá entró a un lugar que le habían recomendado, seguramente alguien que nunca había visitado el lugar. Entramos a ese lugar donde estaban revueltos niños con adultos mayores. Muchos familiares que son de bajos recursos y como no los pueden cuidar, los internan, pero no saben realmente de las condiciones. Mi mamá salió llorando de ese lugar. Imagínate las condiciones y las circunstancias en las que viven esas personas. ¿Y que nadie les ponga atención como se debe?", se lamenta.

"Hay caso peores, mucho peores. Yo conocí un caso en otro asilo donde tuve a mi papá donde una mujer murió de deshidratación. Pero los dueños no saben que es por negligencia y por el poco profesionalismo, ellos lo atribuyen a la edad. Su hija, la conozco, se arrepiente de no haber cuidado ella misma a su mamá ese último año".

No hay estadísticas: SSG

El 05 de octubre POPLab elaboró una solicitud de acceso a la información pidiendo datos acerca de los "casos activos, graves, críticos, hospitalizados, ambulatorios, recuperados, defunciones y comorbilidades de adultos mayores de 60 años y más provenientes de asilos o similares con COVID-19 canalizados a hospitales municipales y estatales”.

La Instituto de Salud Pública del Estado de Guanajuato (ISAPEG) y la Secretaría de Salud de Guanajuato contestaron la solicitud diciendo que no tienen datos sobre cuántos adultos mayores en asilos han resultado positivos a COVID-19, porque "no se cuenta con dichas variables en los sistemas de información". Según la misma SSG más del 60 por ciento de las defunciones por COVID-19 se concentran en adultos de 60 años y más, pero aquellos canalizados desde asilos no han sido contabilizados durante toda la contingencia.

Argumentando con base en el "criterio 03-17, Segunda Época, emitido por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales", el ISAPEG-SSG contestaron que "no existe obligación de elaborar documentos ad hoc para atender las solicitudes de acceso a la información" y que solo está dentro de sus competencias proporcionar la información que tienen en archivo.

Sin datos, el ISAPEG-SSG no sabe si existen o no contagios o brotes de COVID-19 en dichos establecimientos que deban ser sometidos a protocolos sanitarios de emergencia.

Sin registro claro de asilos existentes

Por medio de otra solicitud de acceso a la información elaborada el 17 de septiembre, POPLab pidió a las autoridades de Guanajuato la entrega de un listado actualizado de todos los establecimientos para adultos mayores públicos y privados en cada uno de los 46 municipios de la entidad, incluyendo giro o servicio ofrecido, nombre público, razón social, domicilio y municipio.

Dicha solicitud fue turnada por la Unidad de Transparencia también a la SSG y al ISAPEG quienes contestaron entregando un padrón de centros de asistencia el 25 de septiembre, pero no así el DIF estatal, quien está también obligada por la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores para el Estado de Guanajuato en su Artículo 16, fracción X, a "supervisar, vigilar y evaluar, en coordinación con el Instituto de Salud Pública del Estado de Guanajuato, a las instituciones de asistencia social públicas y privadas".

Al mismo tiempo y a falta de respuesta por Transparencia, la información fue solicitada directamente al DIF por medio de Comunicación Social. Un mes después, la dependencia no ha contestado con un registro que pueda cotejarse con el de la SSG-ISAPEG alegando que se encuentra en revisión. Existen padrones desactualizados en múltiples direcciones en la red que remiten al portal de Transparencia del estado de Guanajuato presentando todos inconsistencias en sus cifras (registro con 62, registro con 74, registro con 96 (43 privados y 53 Centros Gerontológicos públicos).

De acuerdo con la base de datos del SSG-ISAPEG, en el estado de Guanajuato existen 94 establecimientos para adultos mayores, dentro de los que se incluyen asilos, centros gerontológicos y centros de día, públicos y privados. Del total, 78 son establecimientos privados y 16 públicos, presentando incluso un subregistro de establecimientos públicos, ya que si se cuentan únicamente los Espacios de Desarrollo Gerontológico del DIF hay 54 de ellos en todo el estado, mostrando que no existen acciones transversales de control de los centros de asistencia entre ambas dependencias, incumpliendo, por lo tanto, con las leyes ya citadas.

Del total de establecimientos reportados a POPLab por la SSG-ISAPEG, 30 de los asilos no tienen razón social y su responsable es un particular, además de solo registrar establecimientos en 26 de los 46 municipios en la entidad, ensombreciendo aún más el panorama: 20 municipios no están dentro del radar de la SSG con relación a sus asilos.

Gasto millonario y poca supervisión

POPLab revisó los boletines del gobierno de Guanajuato entre el 27 de febrero desde que se registró el primer caso de COVID-19 en México y el 09 de octubre, utilizando las palabras “adultos mayores”, "casa hogar adulto mayor" y "asilo" para las búsquedas. No hay ningún boletín que refleje acciones de supervisión o visitas de verificación en establecimientos para adultos mayores durante la contingencia, tampoco hay mención alguna de los mismos.

El director del DIF Estatal, José Alfonso Borja Pimentel, participó el pasado 06 de octubre en el Foro Virtual del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) Incluyente exponiendo las acciones de la paraestatal con relación a las personas adultas mayores, quienes dijo que "por su edad pueden considerarse como personas con discapacidad". La presentación no incluyó tampoco mención alguna sobre acciones de supervisión en asilos, establecimientos o centros de asistencia pese al riesgo que la pandemia les significa.

Luego de comunicaciones directas con el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), la paraestatal hizo llegar este medio de comunicación una ficha informativa que es coincidente con el contenido de los boletines oficiales y con la presentación de Borja Pimentel en el Foro Virtual de SINAPROC: los asilos son tierra de nadie, relegados al sector privado y sin fiscalización alguna del Estado.

A pesar de que el presupuesto aprobado para el DIF en el erario estatal del ejercicio fiscal del 2020 es de 12.5 millones de pesos para supervisión de centros de asistencia, estas actividades no figuran durante toda la pandemia en los más de 70 establecimientos que tiene la entidad, que albergarían, según el promedio de ocupación con datos del INEGI, a más de mil 400 adultos mayores.

Además, la numeralia de visitas de verificación e inspección de establecimientos que aparecen trimestralmente por oficio en el portal estatal de transparencia, es imprecisa e incompleta en el caso del DIF.

Asilos ausentes en sesiones de Consejo

El Consejo Consultivo del DIF Estatal sesionó por primera vez el 22 de mayo y luego el 05 de octubre, pero de ninguna de las dos existe un acta disponible. Sobre la primera porque, según los informes de oficio en Transparencia, "debido a la contingencia las firmas de los asistentes no han podido recabarse". En la orden del día, sin embargo, tampoco se refleja el tema de los asilos.

Además, el Consejo Estatal para las Personas Adultas Mayores sesionó tarde y ya avanzada la pandemia, con las cifras de casos de COVID-19 creciendo y con una enorme proporción de personas de la tercera edad padeciendo la enfermedad, ensanchando las cifras de fallecimientos.

Durante la segunda sesión ordinaria del consejo el 06 de septiembre, la única mención que mereció el tema de los establecimientos o casas de asistencia fue que estos deberían propiciar adaptaciones durante la contingencia. Pero nunca se mencionó si la inspección sanitaria o las acciones de regulación de acuerdo a Normas Oficiales Mexicanas se encuentran dentro de las acciones de las dependencias que conforman el consejo, como la Secretaría de Salud de Guanajuato.

Sin embargo, los contenidos de esta sesión solo pueden conocerse por medio de un boletín, ya que la versión estenográfica o la grabación no son abiertas y Comunicación Social de DIF, por su parte, nunca las proporcionó al reportero de POPLab cuando las solicitó. El Director de Atención a Personas Adultas Mayores, Manuel Aguilar Romo, tampoco ha concedido una entrevista directa.

Deficientes los asilos en Guanajuato, según INEGI

En 2015, el INEGI llevó a cabo el Censo de Alojamientos de Asistencia Social (CAAS) censando 4.7 mil alojamientos en las 32 entidades federativas con ayuda del DIF Nacional, el Instituto Nacional de Desarrollo Social (INDESOL), el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y la Red Nacional de Refugios (RNR).

De acuerdo al CAAS en Guanajuato existían 42 casas hogar para personas adultas mayores con 848 residentes, con 63.6 por ciento de mujeres y ocupando el 6to lugar a nivel nacional después de CDMX, Jalisco, Chihuahua, Nuevo León y Baja California. Las casas hogar con figura de asociación civil ahí son solo 31.

El 100 por ciento de los asilos iniciaron su servicio antes de 2014 y entre las diversas fuentes de sostenimiento, 34 de ellas se sostienen de cuotas de usuarios y familiares que cobran por los servicios ofrecidos y 24 reciben recursos del gobierno. Menos de la mitad (20) disponen de Clave Única de Inscripción al Registro Federal de Organizaciones de la Sociedad Civil (CLUNI) y solo 25 cuentan con un establecimiento propio, siendo el estatus de tenencia del resto alquilado, en comodato, prestado u otro.

Sin embargo, el CAAS provee de datos que dibujan el panorama de falta atención digna e integral en los asilos del estado de Guanajuato. El 26 por ciento de dichas casas hogar no ofrecen vestido y calzado para las personas adultas mayores; 14 por ciento no cuentan con servicio médico; 36 por ciento no cuentan con medicamentos; 93 por ciento no tienen servicios educativos; 70 por ciento no cuentan con apoyo jurídico o en derechos humanos; en 88 por ciento no tienen orientación en salud sexual y reproductiva; y en 48 por ciento no hay apoyo psicológico.

Envejecimiento y pandemia en Guanajuato

En el marco de la actual pandemia de SARS-CoV-2 las y los adultos mayores forman parte de los grupos más vulnerables no solo por el conjunto de comorbilidades que agravan su cuadro de síntomas, presentando los más altos niveles de mortalidad, sino porque su situación económica es particularmente precaria en el estado de Guanajuato.

"En 2015, 1 de cada 5 adultos mayores del estado continuaba realizando actividades económicas y solo alrededor del 10% recibía alguna pensión o jubilación", explicó el investigador del Departamento de Estudios Culturales, Demográficos y Políticos de la Universidad de Guanajuato, el Dr. Héctor Daniel Vega Macías, experto en envejecimiento poblacional en la entidad.

Según Vega Macías, Guanajuato tiene dos problemas particulares con relación al envejecimiento sobre los cuales "la anticipación y la cobertura de demandas y necesidades de los adultos mayores deberán estar inscritas, necesariamente, en los programas y acciones de gobierno". Una de ellas es la intensa migración que "repercute en una aceleración del envejecimiento demográfico debido a que los migrantes en su mayoría son jóvenes en edades jóvenes".

Otras es que "una de las principales consecuencias relacionadas con la salud pública en el estado, era el aumento de la población [adulta mayor] con alguna discapacidad". En la investigación Envejecimiento demográfico, discapacidad y vulnerabilidad social en Guanajuato, Vega Macías junto con Norma Elvira Moreno Pérez y Ana Laura Carrillo Cervantes del Departamento de Enfermería Clínica de la UGto dicen que "1 de cada 3 adultos mayores tenía una o varias discapacidades en el año 2015", pero a los 85 años, eran 2 de cada 3 personas las se encontraban en esta situación. Ello se suma al porcentaje de afiliación a alguna institución de salud, que en la entidad presentaba un déficit del 12 por ciento, según la Encuesta Intercensal de 2015.

"Se está ganando esperanza de vida, pero desafortunadamente, un alto porcentaje de esta ganancia transcurre en discapacidad [...] con el aumento de la edad la incidencia de la discapacidad era mayor e incluso se acumulaban las discapacidades en el plano individual", comenta Vega sobre el estudio.

El Consejo Nacional de Población (CONAPO) estima que en 2020 hay alrededor de 623 mil 386 adultos mayores con 60 años o más (10.05% del total de la población del estado) y según la información provista por el Dr. Vega con base en los datos oficiales, en 2030, habrán 882 mil 315 adultos mayores (13.3% del total estatal). En veinte años más, es decir para 2040, habrán 1 millón 189 mil 487 adultos mayores (17.2% del total estatal). De hoy a treinta años, el estado albergará como residentes 1 millón 493 mil 491 adultos mayores (21.24% del total estatal).

Si el grupo social más vulnerable a la COVID-19 son los adultos mayores, los que viven en asilos, casas de reposo o residencias lo son aún más por el estado de abandono en el que se encuentran muchos de ellos. Abandonados también por las instituciones.