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Son las familias quienes presionan para investigar las fosas; Fiscalía sigue sin reconocerlas
Familiares rompen el miedo y en grupo se plantan en la Fiscalía sede Irapuato en búsqueda de respuestas
Unidos por el deseo de saber dónde están y quién se llevó a sus familiares, padres, hermanos y tíos de víctimas de desaparición, se armaron de valor para plantarse en la sede Irapuato de la Fiscalía General de Guanajuato para exigir avances en las investigaciones de denuncias que presentaron por sus desaparecidos, privados de su libertad y víctimas de desaparición forzada (extrajudicial). Aunque también los buscan entre los muertos de la fosa clandestina de San Antonio el Rico, la consigna es “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
La Fiscalía General de Guanajuato busca mantener la creencia de que el estado sigue en un paraíso, “sin fosas clandestinas”. Pareciera más importante seguir con la venda en los ojos y evadir la dolorosa realidad que viven numerosas familias guanajuatenses, víctimas además de los que “hoy no están”, porque cuando las autoridades insisten en que “no hay fosas en Guanajuato”, tampoco saben cómo nombrar a una excavación donde se localizan cuerpos humanos.
Sin embargo, al mismo tiempo sistemáticamente revictimizan a los familiares de los desaparecidos al no atenderlos, no buscar a sus desaparecidos, al pedirles que sean las familias las que deben investigar y llevarles la información obtenida pero ni aún así salen a buscar a los padres, hermanos, hijos que faltan en los hogares de ese lugar que el marketing del estado ha llamado “Grandeza de México”, por su gente, pero no así sus autoridades, omisas hasta el día de hoy.
En Irapuato, de enero a lo que va del mes de diciembre del presente año existe el reporte de 90 personas “ausentes” de sus hogares, de acuerdo al Colectivo “A Tu Encuentro” y al grupo "Desaparecidos Irapuato, pero en realidad no hay una cifra oficial y real que indique en cuántos hogares falta uno o más miembros de la familia.
Rompen el miedo
Madres, padres, hermanos, tíos de 30 personas desaparecidas rompieron el miedo y acudieron a la entrada del DIF Municipal de Irapuato para, unidos, denunciar que las autoridades no les han dado la atención necesaria, y gritar ¡basta! de que los envíen a investigar la desapariciones de sus familiares.

Algunos llegaron en taxi, unos más caminando junto con sus hijos pequeños y otros en automóvil; a todos los unió el deseo de saber dónde están sus familiares, incluso si ello significa identificarlos entre los cuerpos que se localizaron el pasado jueves en la fosa clandestina de la comunidad de San Antonio El Rico, ahí mismo en Irapuato.
Entre los inconformes hay algunos que presentaron la denuncia desde el año 2017 y la autoridad no regresó a informarles cómo va la investigación, en otros casos les piden a los familiares que ellos busquen y cuando tengan información, regresen a decirles a los agentes ministeriales qué hallazgos han descubierto.
Esa inacción de la Fiscalía General obligó a los familiares de los desaparecidos a acudir al llamado que hicieron el grupo “Desaparecidos Irapuato” y “A Tu Encuentro”, colectivo recién creado para unir a los familiares de víctimas de este delito.
Desde las 14:15 horas llegaron a las afueras del DIF, a pesar de que la cita estaba programada las 15:00 horas. Poco a poco llegaron 16 familiares de los desaparecidos, caminaron por la calle Vasco de Quiroga hasta llegar a la puerta de la Fiscalía General de Guanajuato subsede Irapuato; ahí se toparon con un portón de 2.5 metros de alto, rodeado de una barda. Varios agentes de la policía municipal y ministerial, armados, resguardando el área, detuvieron su paso.
Sin gritos pero escudados con la fotografía de los familiares que les faltan, llegaron a la oficina de la Fiscalía buscando explicaciones y avances en las carpetas de investigación presentadas por la no localización de hijos, madres, padres, sobrinos, todos desaparecidos. Los ministeriales solicitaron permiso para dejarlos entrar y que alguien de la Fiscalía los atendiera, finalmente la espera terminó y dejaron entrar a un familiar por cada desaparecido. Los recibió Claudia Mota, subfiscal de la región B.

15 historias, una misma exigencia:
“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”
Marzo
Alejandro Gasca Montoya, de 21 años de edad, desapareció el 5 de marzo del presente año, “en la Alameda mientras andaba con unos amigos de la colonia 12 de Diciembre, una camioneta se lo llevó, (junto con) un muchacho de la Primero de Mayo y de ahí ya no supe nada de él, pero con uno con el que andaba apareció muerto en la (colonia) 8 de Junio; lo vi el martes, fue la última vez que vi a mi hijo y el miércoles ya no” relató su familiar.
Por este desaparición la familia presentó denuncia pero no ha habido respuestas.

Ese mismo mes, Francisco Javier Reséndiz Salas, de 22 años, laboraba de albañil y en el corte de pantalón, desapareció el día 4 a las 7 de la noche; salió de su casa y se dirigió a la casa de su novia, pero nunca llegó, su familia al ver que no llegaba salió a buscarlo, no lo encontró, fue al hogar de la novia pero esta, cuando supo de su desaparición, negó que fueran novios.
La familia de Francisco Javier anduvo buscándolo. “Me hacían llamadas anónimas para decirme que a mi hijo ya lo habían matado” pero no ha sido localizado ni su cuerpo, por lo que un familiar presentó la denuncia, pero “hasta ahorita no me han dicho nada”.

El 18 de marzo de este año también desapareció Edgar Joel Rodríguez Galván de 28 años de edad, el próximo 18 de diciembre cumplirá 9 meses que no ha regresado con su esposa e hijo, después que salió de su hogar en la colonia Purísima del Jardín. Edgar Joel vestía una playera verde, pantalón de mezclilla azul y unos tenis tipo Converse. Sus familiares salieron a buscarlo y no lo encontraron, presuntamente pidió un aventón a un hombre que lo dejó en el bulevar Mariano J. García, pero la misma persona, al ser citado ante el Ministerio Público, llegó con un abogado y “ya no coincidieron los horarios”.

Desde ese día ha acudido a la Fiscalía General sede Irapuato por informes. “Luego luego di parte (de la desaparición) y me tomaron pruebas de ADN a mí y a su niño y hasta la fecha no he tenido la respuesta, porque cada que yo vengo lo único que me dicen es que si yo vengo a aportar algún dato o alguna evidencia y que si he sabido de alguna otra cosa, nunca me dieron una respuesta ni nada, para mí nunca han investigado”, explicó esta persona.
Agosto
Otra historia es la de Moisés Rodríguez Razo de 25 años, soltero y quien labora como jardinero, desaparecido el 27 de agosto pasado en la colonia Las Heras. Moisés salió de su casa a las 9 de la mañana de ese martes, llevaba una bicicleta de un amigo, pero desde esa noche no regresó y sus familiares salieron a buscarlo, pensando que estaba con algunos amigos, pero nunca llegó con ellos. El dueño de la bicicleta fue a preguntar por su unidad, luego no regresó.
Un mes después de su desaparición, cuando la madre de Moisés pagaba la energía eléctrica, una persona le informó que a tres cuadras de la casa “se lo habían llevado, (unos hombres) lo subieron a un vehículo, esa persona dijo que nunca le hicieron nada ni lo golpearon, desde ahí no supimos nada de él”.

La revictimización ha sido sistemática.
Al igual que en otras historias, los agentes ministeriales piden a las familias que investiguen y les lleven la información, “la autoridad dice nada más que nosotros tenemos que traer todas las pruebas que ellos van hacer, con lo que nosotros traigamos las pruebas y como no investigamos, pues no (hay avances)”.
De ahí que exijan a la Fiscalía que “busquen a tanto desaparecido, hay mucha gente, no nada más él y nunca saben nada de ellos y las autoridades no hace nada, a nosotros nos dijeron que teníamos que traer, por ejemplo si un carro gris con placas de Michoacán (está involucrado), fue lo que vieron, que eso tenemos que venir a decir, nos dijeron 'si usted sabe que a lo mejor él tenía a alguien con el que pudo trabajar, alguien de Michoacán, eso deben venir a decir, por si por ahí aparece algún cuerpo tirado, por ahí ya sabían que era él'”.
El 19 de agosto en el municipio de Valle de Santiago desapareció José Guadalupe, quien porta un tatuaje de la letra “G”, quién vestía una playera manga larga de color negro, pantalón de mezclilla, tenis tipo converse de color negro. Al andar en una bicicleta cromada, desapareció “así no más, salió (de la casa) y no llegó, anduve informándome”, su familiar presentó denuncia pero no ha habido respuesta, “que la carpeta 88090 que estaba acá (en Irapuato) y acá me dicen que todavía está en Valle (de Santiago)”. “Nada” han dicho, “ni allá ni acá”.

“A mi hijo le sacaron la prueba de ADN el 27 de agosto, que todavía no está y me vine yo y me dijeron que se necesitaban 2 y allá en Valle no nos dijeron (eso) y ya vine y me la sacaron a mí, se va a tardar más, no sé cuanto tarde en salir, pero que no saben y que no saben cuándo”.
**Septiembre **
En el mes de septiembre, Juana Cristina y su hijo de 19 años de edad fueron privados de su libertad el 11 de septiembre del presente año por hombres que a la fuerza los subieron a un vehículo, hasta este día desconocen sus familiares el paradero, presentaron denuncia pero hasta hoy no hay respuesta.

La historia de Juana y su hijo se entrelaza con la desaparición, ese mismo mes, de Luis Alejandro Zamora Calderilla de 33 años de edad, soltero, quien desapareció el 28 de septiembre de este año de la colonia Luis Alonso González, cuando estaba con varios niños. Se dice que “muchachos en una camioneta que iban armados” se lo llevaron. “No más a él se llevaron, según iban (por otra persona), pero se equivocaron y se llevaron a mi muchacho”.
Su padre, ya de edad, presentó la denuncia, sólo les sacaron sangre para la prueba de ADN y “nos dijeron que iban a estar en comunicación con nosotros y no se han comunicado”. La familia lo ha buscado pero sin resultados.

Octubre
El 6 de octubre del presente año, Alejandro Guerrero Corona de 19 años, fue privado de su libertad por hombres armados que lo sacaron a la fuerza de su casa ubicada en la colonia Rinconada de los Fresnos a las 5 de la mañana, “lo extrajeron de mi casa hombres armados, me dijeron que era de la Fiscalía y se lo llevaron a la fuerza, puse la denuncia pero no nos han dicho nada, lo único que nos dicen es que nosotros vayamos a investigar con sus familias a ver si ellos saben algo, pero no han hecho nada. No hay avances; nos dicen que es bien difícil para ellos porque no tienen un lugar a dónde buscar, entonces no tenemos ningún apoyo... venimos a pedir informes para ver si hay una coincidencia en la fosa que encontraron”.

Noviembre
El 16 de noviembre del año en curso, civiles armados se llevaron a 7 hombres de una tienda de abarrotes en la colonia Apatzingán, entre ellos Luis Alberto Rocío Torres.

“Fueron 7 de la colonia Apatzingán, a las 23:30 estaban en la calle en la tienda de uno de sus amigos, estaban tomando una cerveza cuando llegaron (unos sujetos) y se los llevaron, se están llevando a gente inocente que no se mete en problemas, mi hermano trabaja en una empresa en Irapuato, es casado, tiene un bebé de 1 año 2 meses y lo seguimos esperando, él no tiene nada qué ver (con la delincuencia); es muy tranquilo mi hermano”.
“A la fecha no sabemos nada de él, la Fiscalía no nos ha dicho nada”; después de que presentaron la denuncia “lo único que nos han preguntado si sabemos algo de ellos”, no sabemos si lo están buscando, “nos preguntan a nosotros y nosotros estamos haciendo las mismas preguntas hacia ellos”.
Exigen a la autoridad “que los localicen, ellos saben dónde están los chavos que soltaron por el Puente de la comunidad de Aldama, cerca de donde encontraron la fosa clandestina y los chavos que soltaron dieron su declaración y dijeron más o menos cuánto tiempo duraron, de dónde los sacaron, a dónde los soltaron amarrados; dicen que aproximadamente de 10 a 15 minutos y calculando nosotros pensamos que es por San Antonio El Rico o San Vicente, pasamos el dato a la Fiscalía pero no sabemos si tomaron en cuenta nuestro comentario”.

Ese mismo mes pero el día 21, Marcos Eduardo García Balderas de 25 años, soltero, quien trabaja arreglando celulares y tabletas, fue privado de su libertad junto con otros tres jóvenes por hombres armados que los sacaron a la fuerza de una casa ubicada en la calle Donald G. Norris a las 4 de la madrugada, “estaban conviviendo, mi hijo se juntaba con un amigo y ese día estaban ahí, lo único que sé es que llegaron 2 camionetas y se los llevaron, no sé quien se los llevó el 21 de noviembre, hasta la fecha no se sabe nada de él”.
Sus familiares presentaron denuncia pero “no hay ninguna respuesta, que no saben nada que si yo no sé, que si yo no he investigado nada”, me dicen.
El 2 de noviembre de este año Alberto Guadalupe Vázquez Ochoa de 34 años de edad, fue privado de su libertad frente a su esposa e hija por civiles armados que iban en dos camionetas, a las 4 de la tarde ingresaron a su casa y cuando él estaba lavando su camioneta “se meten a la casa, los amenazan y les dicen 'dónde están las demás personas', cuando no hay nadie más que ellos; se lo llevan a él cuando están lavando la camioneta”.

La familia presentó la denuncia, pero ha corrido con la misma suerte de los demás: “no hay respuesta”, incluso pidieron que se revisaran las cámaras de seguridad en la zona, pero sólo revisaron una donde se ve una camioneta, no las dos.
Desaparición extrajudicial 2018
Sergio Banda Delgado va a cumplir 25 años, él desapareció el 9 de noviembre del año pasado, después que en un rondín “la Marina fue quien se lo llevó de (la colonia) Purísima de Jardín, se lo llevaron a él y a otro, apareció el otro pero mi sobrino no ha aparecido; un viernes como a las 9 a 10 de la noche”.
Al no aparecer Sergio, sus familiares acudieron con agentes de la Marina que resguardaban un taller, pero la respuesta de los marinos fue desalentadora, “dijeron que si andaba en ese operativo pero que pidieron el apoyo de otras unidades y que hiciéramos nosotros lo que tuviéramos que hacer, venir a dar a Derechos Humanos a presentar la denuncia y vinimos, y ya va un año y no sabemos” qué pasó con él. Luego, presentaron denuncia en la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato pero “nos dijeron que no podían hacer nada porque era (cosa) de la Marina”, el caso lo pasaron a la Ciudad de México y sí vino personal de Derechos Humanos a nivel nacional, investigaron “pero hasta ahorita no nos han hablado”.
“Presentamos denuncia en la Fiscalía General de Guanajuato pero por competencia la pasaron a la Fiscalía General de la República y tampoco hay respuestas”, dijeron.
Ese mismo mes y año, Jaime Adolfo Castro Martínez, padre de una niña de 6 años de edad, desapareció el día 15, hombres armados “que parecían judiciales” lo bajaron de su vehículo en la comunidad de Aldama y se lo llevaron. Los familiares desistieron de su búsqueda personal porque al acudir a la zona y tocar puerta por puerta, la segunda ocasión ya nadie quiso hablar, tal vez por miedo.

Presentaron denuncia, “no me han dicho nada, no me han dado los resultados del ADN, me dicen que todavía no están, yo a veces no vengo, marco por teléfono con la licenciada pero me dicen que aún nada”, los ministeriales nunca la visitaron en su casa, “pienso que ya ni me lo han buscado... El 15 de diciembre va ser un año un mes que no sé nada de mi hijo”.
“Por mi cuenta (lo he buscado) me fui con la foto de mi hijo a Aldama, anduve investigando en las calles, las casas y me dicen que él estaba trabajando con una señora que tenía una granja de puercos, pero que ahí lo veían porque la señora lo mandaba a la tienda y así lo conocían y la señora me dijo que lo vio con un tal Regis que era una persona mala, pero regresé y ya no me querían dar razón”.
Diciembre
La indolencia de la autoridad viene desde hace dos años, el 6 de diciembre de 2017, cuando Jorge Armando Zavala Reséndiz de 25 años, desapareció en la colonia Apatzingán. Su familia presentó denuncia pero no hay respuesta. “Él desapareció después que recibió una llamada telefónica cuando estaba en su trabajo y dijo que iba al cajero, pero nunca regresó, él salió de trabajar pero con engaños”. Se cumplieron ya 2 años sin saber de su paradero.

La respuesta: “En Guanajuato no hay fosas”
José Gutiérrez, del Colectivo "A Tu Encuentro", dijo que el objetivo de este grupo es establecer la información que solicitan las familias, el trato que se les está dando y a partir de ahí, decidir qué se va a hacer, además de buscar a las personas desaparecidas.
“Preguntamos cuál es el problema o cómo se está llevando la identificación de cuerpos y restos óseos y nos dicen que no hay fosas, le pregunté (a Claudia Mota, subfiscal de la región B) ¿Cómo se conoce al área donde hay cuerpos (enterrados)?, y dicen que no tienen nombre para eso”, dijo el activista.
De la fosa, las autoridades solo les mencionaron que localizaron cuerpos y que se está trabajando. La identificación de algunos restos es porque los familiares han estado acudiendo a la Fiscalía. Esta oficina prometió que estará recibiendo a grupos de 4 personas con desaparecidos a partir del lunes y revisarán las carpetas de investigación para identificar desigualdades en el trato y la forma de investigar.
Además estas familias buscarán una reunión con representantes del Servicio Médico Forense.
Alcalde desestima gravedad en el tema de desaparecidos
Cuestionado sobre las cifras de personas desaparecidas y de la protesta que familiares habían realizado en varias oficinas públicas de la localidad, el presidente municipal de Irapuato dijo que no es algo que directamente le compete.
"Hay un estimado pero se habla mucho (...) de hecho, ayer aparecieron otras cuatro personas, vivos, sin mayores consecuencias".
El alcalde dijo que no tenía cifras de personas no localizadas, puesto que la instancia donde se hacen las denuncias es la Fiscalía, o también ocurre que "son personas que se trasladaron (voluntariamente a otro lugar) por su propio pie", por lo que esperaba que así siguieran apareciendo (vivos).
Aunque aseguró que el Municipio sí lleva un registro de reportes de desaparecidos, "no es que estemos ajenos al tema, pero a quien le toca es a la Fiscalía", concluyó.
10 de diciembre de 2019, 13:03
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