En Guanajuato, donde más de 5,123 personas permanecen desaparecidas, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, las mujeres buscadoras caminan entre la indiferencia estatal y el peligro constante. Viven en carne propia la violencia estructural que las obliga a buscar a sus seres queridos sin apoyo, y la hostilidad institucional que las revictimiza, las criminaliza y las pone en riesgo, coinciden organizaciones internacionales de derechos humanos, académicos y las propias defensoras. 

En conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, colectivas de todo el estado de Guanajuato realizaron diversas actividades para visibilizar la magnitud de la crisis que enfrentan. Marchas, instalaciones de memoria, intervenciones artísticas y jornadas de denuncia pública fueron algunas de las acciones emprendidas por las familias buscadoras, quienes tomaron las calles para exigir verdad, justicia y un alto a la impunidad.

“Los riesgos que enfrentamos son desproporcionados, ingresar a zonas controladas por el crimen organizado, desafiar al poder político y económico y resistir sin garantía de seguridad y aún así seguimos, porque nos sostiene el amor inquebrantable. Si no los buscamos nosotras nadie lo hará”, afirmó Bibiana Mendoza durante la jornada de actividades “La memoria tiene rostro”, realizada en Irapuato. 

Desde 2020 a la fecha, al menos cinco personas buscadoras han sido asesinadas en Guanajuato y cinco más continúan desaparecidas, según datos de la Plataforma por la Paz y la Justicia. La misma organización ha documentado la localización de más de 700 fosas clandestinas en 375 sitios distribuidos en municipios como Irapuato, Salamanca, Celaya, Salvatierra, Silao, León y Acámbaro.

Pese a la urgencia, el fenómeno de la desaparición se difuminó del discurso oficial. En el evento en el que la gobernadora Libia García Muñoz Ledo anunció los avances de su primer año de gobierno, en los que destacó la caída de hasta 60 por ciento en homicidios dolosos, el incremento sostenido de las desapariciones-dos más cada día durante el primes trimestre de 2024 a la fecha-y las deudas institucionales con las víctimas indirectas de la desaparición, que incluye la identificación de restos resguardados por la Fiscalía, no formaron parte del guión. 

Aun así, son ellas —madres, hermanas, hijas— quienes sostienen el corazón de la búsqueda, organizándose y cavando con sus propias manos. Enfrentan la crisis con dignidad, en medio del abandono sistemático del Estado, como revela el informe “Desaparecer otra vez: Violencias y afectaciones que enfrentan las mujeres buscadoras en México”, presentado por Amnistía Internacional el jueves 28 de agosto en Guanajuato.

La directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, Edith Olivares Ferreto, sostuvo que en el país, autoridades de los más altos niveles de gobierno, desde titulares de fiscalías, gobernadores y gobernadoras hasta representantes del Gobierno de la República, se han dedicado a atacar a mujeres que buscan a sus familiares desaparecidos. 

“Hay una narrativa en este país que señala que las mujeres buscadoras son problemáticas, que no deberían salir a protestar, que deberían quedarse en su casa esperando a que el Estado encuentre a su familiar desaparecido. Incluso, que ellas mismas se colocan en riesgo; y, en algunas ocasiones, esta narrativa también permea al conjunto de la sociedad”, cita un comunicado de la universidad en donde se realizó la exposición. 

Además, en el marco de esta fecha, la Universidad Iberoamericana de León anunció la creación del Laboratorio de Resistencias Contra las Desapariciones. De acuerdo con el académico Fabrizio Lorusso, quien coordinará el proyecto, el objetivo es reunir en un solo espacio diversas iniciativas y actividades que la universidad ha desarrollado en los últimos años, en colaboración con colectivos, personas buscadoras y distintas instituciones académicas, sociales, privadas y del sector público. 

De acuerdo con Lorusso, que ha acompañado a distintos colectivos en Guanajuato desde 2019, el enfoque del Laboratorio se centrará en la investigación, la acción con impacto social, el acompañamiento multidisciplinario a procesos colectivos y casos específicos, así como en la difusión del conocimiento y la formación. 

 Guanajuato supera las 5 mil personas desaparecidas 

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Secretaría de Gobernación, en Guanajuato hay, hasta el 30 de agosto de 2025, un total de 5,123 personas desaparecidas.

El registro señala que 5,092 personas continúan desaparecidas, 1,028 han sido localizadas sin vida y 14,228 han sido localizadas con vida. Por otro lado, según datos de la Plataforma por la Paz y la Justicia, en el estado se han localizado 750 fosas en al menos 375 sitios diferentes, explicó.

En el último año, el número de fosas creció al menos un 4 %, ya que en 2024 se habían documentado 724 fosas, según el informe más reciente de la organización, detalló Fabrizio Lorusso, investigador y académico de la Ibero León, integrante del Laboratorio de Resistencias contra las Desapariciones (ReDLab Ibero León).

Para 2025, esa cifra aumentó a 750, sin incluir los datos de la Fiscalía General del Estado ni los reportes de brigadas independientes de búsqueda de personas. Como dato tentativo, 1,369 cuerpos habrían sido exhumados de estas fosas, principalmente en los municipios de Irapuato, Celaya, Salamanca, León, Salvatierra, Acámbaro y Silao, entre otros.

Tanto la Plataforma por la Paz y la Justicia como la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) han documentado cinco asesinatos y cinco desapariciones de personas buscadoras en la entidad.

Cronológicamente, los asesinatos han ocurrido de la siguiente manera:

1.Rosario Zavala Aguilar – 16 de octubre de 2020

2.Francisco Javier Barajas Piña – 29 de mayo de 2021

3.Ulises Cardina Zavala – junio de 2021

4.María del Carmen Vázquez Ramírez – 6 de noviembre de 2022

5.Teresa Magueyal Ramírez – 2 de mayo de 2023

Actualmente, permanecen desaparecidas las siguientes personas buscadoras:

1.Martha Leticia Gallardo Martínez (originaria de Sinaloa, desaparecida en Irapuato) – 2018

2.Lorenza Cano Flores – 15 de enero de 2024

3.Luz Alejandra Lara Cárdenas – 4 de noviembre de 2024

4.Óscar Iván Jiménez Torres – 4 de noviembre de 2024

5.Francisco Arias Mendoza – 9 de junio de 2025

De acuerdo con un informe de Amnistía Internacional, de 2011 a la fecha al menos 30 familiares de personas desaparecidas, 16 de ellas mujeres, han sido asesinados en todo el país.

Sin protección ni justicia, buscadoras bajo amenaza

La labor de las mujeres mexicanas que buscan a sus familiares desaparecidos no solo enfrenta la discriminación estructural por razón de género, sino también la indiferencia institucional, además de amenazas, agresiones y un abandono sistemático por parte del Estado, indica el informe “Desaparecer otra vez: Violencias y afectaciones que enfrentan las mujeres buscadoras en México”, elaborado por Amnistía Internacional.

Presentado en Guanajuato el jueves pasado, el reporte recoge entrevistas realizadas a 661 mujeres buscadoras en todo el país durante 2024. Con base en estos testimonios, se comprobó que las mujeres realizan su labor en un ambiente hostil, atravesado por múltiples formas de opresión, como la etnia, el idioma, la nacionalidad, el lugar de residencia (particularmente en zonas rurales o periféricas), la orientación sexual, la identidad de género y la situación de empobrecimiento.

El documento expone que al menos el 97 % de las buscadoras ha sufrido algún tipo de violencia o afectación, que va desde problemas de salud física y mental hasta ataques directos. Entre las consecuencias más reportadas se encuentran depresión con 73%, insomnio con 72 % y miedo constante con 69 %, además de extorsiones, amenazas y secuestros. 

Se reporta también que 75 % de las mujeres entrevistadas han sufrido daños a la salud  asociados al contacto con restos humanos, como por ejemplo hongos en la piel. También han presentado otros efectos físicos como problemas digestivos y hasta desprendimiento de retina provocado por el llanto prolongado. 

La mitad de ellas debió enfrentar estas consecuencias con sus propios recursos, pues la mayoría no son derechohabientes de ningún sistema de salud pública y a estos gastos se suman aquellos que realizan en la compra de herramientas para la búsqueda como: palas, picos, botas, mascarillas y guantes. Incluso los gastos en los traslados y alimentos. 

El informe también denuncia la revictimización institucional: fiscalías que rechazan denuncias con base en estereotipos, comisiones de búsqueda que operan con recursos insuficientes y mecanismos de protección sin perspectiva de género. A esto se suma la falta de atención adecuada a comunidades indígenas, rurales y familias migrantes.

Entre sus recomendaciones clave, Amnistía Internacional urge al Estado mexicano a reconocer el derecho a la búsqueda sin discriminación, garantizar protección efectiva para las mujeres buscadoras como defensoras de derechos humanos y adoptar medidas urgentes contra la impunidad.

Repunte devastador de desapariciones

Las desapariciones en Guanajuato han tenido un repunte devastador en los últimos años, acompañado por el incremento de asesinatos y feminicidios, denunció Bibiana Mendoza, integrante de la colectiva Hasta Encontrarte, durante el pronunciamiento por la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada en Irapuato.

La buscadora acusó al Estado de fallar en lo más elemental: garantizar la seguridad, la verdad y la justicia. Durante el primer trimestre de 2024, el número de personas desaparecidas en Guanajuato era de 4,185; un año después, mil más se habían sumado a la cifra, alcanzando un total de 5,123 personas desaparecidas.

Mendoza recordó el caso reciente de José Juan Solís, un adolescente de 14 años, quien fue víctima de desaparición forzada en Valle de Santiago. De acuerdo con los testimonios de su familia, fue sustraído de su domicilio hace más de dos meses por elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano. Desde entonces, su familia enfrenta el miedo y continúa sin conocer su paradero.

Además, habló sobre el caso de José Francisco Arias Mendoza, padre buscador e integrante del mismo colectivo, quien fue desaparecido por hombres armados el pasado 9 de junio. En este sentido, exigió su localización con vida y el esclarecimiento del caso.

“Buscar a las personas desaparecidas es un derecho humano reconocido internacionalmente. Sin embargo, el Estado no ha creado condiciones seguras ni políticas eficaces para proteger a quienes buscamos”, lamentó.

En su declaración, también subrayó que la impunidad y la marginación continúan siendo los principales obstáculos que enfrentan las familias buscadoras en Guanajuato, así como los efectos de la llamada guerra contra las drogas en México “se ha convertido en una guerra contra el pueblo, una guerra que golpea a las personas empobrecidas”. 

Las integrantes de Hasta Encontrarte exigieron justicia y sanción para los autores materiales e intelectuales de la desaparición forzada, incluyendo la responsabilidad directa del Estado. También demandaron el cese de la guerra y del exterminio, el reemplazo de la violencia institucional por estrategias de paz, así como medidas de memoria, reparación integral y acciones concretas contra la macrocriminalidad.

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En León, los colectivos Unidos por Nuestros Desaparecidos y Madres Guerreras encabezaron acciones de visibilización por sus familiares, en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada. Como en años anteriores, las agrupaciones de familias buscadoras realizaron sus actividades por separado e inicieron la jornada desde el viernes 29 de agosto con la colocación de mosaicos con fichas de búsqueda y una representación teatral en el recinto María Grever, titulada Una parte de Mí. 

La primera intervención tuvo lugar después de las seis de la mañana, cuando integrantes de Madres Guerreras colocaron mantas con los rostros de sus familiares en distintos puentes de la zona urbana de León. Más tarde, a las diez de la mañana, las personas que integran el colectivo Unidos por Nuestros Desaparecidos encabezaron una marcha que partió del Arco de la Calzada y concluyó frente a la Presidencia Municipal.

En el centro de la plaza principal, en medio del círculo que formaron integrantes del colectivo, personas acompañantes y quienes se acercaron a observar, una madre buscadora simuló el hallazgo de un cuerpo envuelto en una bolsa negra. En el acto, la mujer descubría los restos entre una pila de hojarasca y basura; después, limpiaba el cuerpo delicadamente con ambas manos.

Rocío del Carmen, integrante del colectivo Unidos por Nuestros Desaparecidos, tomó el micrófono y, frente a sus compañeros, exigió el respaldo de la ciudadanía, a quien exhortó a “no cerrar los ojos ante una realidad tan cruda”.

“A veces la sociedad nos margina y nos victimiza. Nadie merece desaparecer como nos están desapareciendo. Pedir justicia se vuelve un gran riesgo. Nosotros tenemos que salir a buscar a nuestros familiares. La justicia no es un favor, la justicia se garantiza. Seguiremos luchando y seguiremos exigiendo que nuestros familiares vuelvan a casa”, expresó.

La buscadora acusó que, desde distintas instituciones, se ha utilizado el acompañamiento y los apoyos sociales para dividir a los colectivos, por lo que instó a sus compañeras de lucha a no caer en esas divisiones.

“No pueden estar haciendo eso las autoridades. Quiero decirles a las compañeras que no caigan, que no se separen, porque todos estamos buscando a nuestros desaparecidos”, exclamó.

La jornada en el municipio continuó con una caravana vehicular encabezada por el colectivo Madres Guerreras de León. El recorrido tuvo como punto de término el Arco de la Calzada, desde ahí las buscadoras marcharon a la plaza principal de León, donde se concentraron nuevamente y compartieron testimonios, historias de vida de sus familiares desaparecidos para cerrar la velada. 

También se realizaron actividades por parte de colectivos y buscadoras independientes en Apaseo el Grande, Celaya, Guanajuato y Salvatierra. En este último municipio, el colectivo Ángeles de Pie por Ti pidió a las autoridades consolidar la construcción del Jardín de Memoria en el predio donde fue localizada una fosa clandestina en el Barrio de San Juan.

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En un posicionamiento emitido este 30 de agosto, el senador morenista por Guanajuato, Emmanuel Reyes Carmona, hizo un llamado a autoridades de los tres órdenes de gobierno a proteger la dignidad y los derechos humanos de las personas buscadoras y de las víctimas directas de desaparición. Asimismo, hizo hincapié en el papel de las autoridades estatales.

“Exigimos que la Comisión Estatal de Búsqueda y el Sistema Estatal de Búsqueda de Personas cuenten con presupuesto suficiente, con personal capacitado y con la determinación de trabajar sin descanso. No podemos aceptar más indiferencia”, señaló.