La policía de Silao, el municipio que ha dejado de ser un referente nacional por las inversiones trasnacionales para convertirse en uno de los más violentos e inseguros del estado, está inmersa en una crisis con oficiales asesinados, señalamientos de colusión con grupos criminales para la comisión de delitos y la constante rotación del titular de la corporación.

Apenas dos meses después de que el alcalde panista Antonio Trejo Valdepeña lo nombró encargado de despacho de la entonces Dirección General de Seguridad Ciudadana y Vialidad, Rómulo Catalán Rosas dejará el cargo.

Fotografías del Gobierno Municipal de Silao

El criminólogo de profesión llegó a la dirección el 29 de junio pasado, solo unas horas después de que asesinaran a tres elementos de la corporación, un crimen que se atribuyó al Cártel Santa Rosa de Lima.

Durante su presentación, Trejo Valdepeña llamó al encargado de despacho a concretar la reestructura en la dirección para convertirla en una Secretaría de Seguridad; además, dijo que otra de sus primeras tareas sería dar resultados en materia de seguridad.

Sin embargo, con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad siete delitos del fuero común crecieron de junio a julio, éste último mes ya con Catalán al mando de la dirección.

Solo tres semanas después de haber llegado como responsable de la dirección, dos hombres fueron secuestrados con cinco horas de diferencia por la misma zona, a unos metros de los separos, con la presunta complicidad de policías: Israel y Ulises fueron privados de su libertad y casi un mes después sus familiares los localizaron en planchas del Servicio Médico Forense (Semefo).

Aunque no ha cumplido dos meses al frente de la corporación, el gobierno municipal de Silao dio a conocer el 25 de agosto que Catalán Rosas dejará el cargo el lunes 31 de agosto.

Como única explicación, el comunicado de prensa dice que Rómulo Catalán “fue contratado por un periodo limitado” para que implementara la reingeniería y se conformara la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

El cambio de Dirección General a Secretaría se concretó el 17 de julio de 2020 en sesión del Ayuntamiento.

En los primeros ocho meses del año, dos titulares de Seguridad ya han pasado por Silao, a la espera de que el alcalde presente a la persona que quedará al frene de la Secretaría a partir del 1 de septiembre.

Salida exprés

El 29 de junio, día que el alcalde Antonio Trejo Valdepeña presentó a Catalán como encargado de despacho de la dirección, no mencionó que el contrato sería temporal, tampoco que sería un nombramiento de solo dos meses.

En el mensaje de ese día manifestó que las dos encomiendas eran: dar seguimiento a la reestructura para pasar de dirección a Secretaría y dar resultados inmediatos.

Trejo expuso que el nuevo responsable de la seguridad en Silao es licenciado en Criminología y técnico superior universitario en Seguridad Pública con más de 25 años de experiencia en el tema.

“Hoy le instruyo, licenciado Catalán, como nuevo encargado, a dar continuidad y ejecutar de manera puntual la reestructura del área hasta su conclusión, de igual manera lo instruyo a ofrecer resultados efectivos en materia de seguridad de forma inmediata a todos los silaoenses”.

A través de un comunicado de prensa se asegura que a partir del cambio a Secretaría “el trabajo policial se ha fortalecido, con nuevas estrategias y operatividad”.

De acuerdo con las autoridades de Silao, Catalán acordó con el alcalde Antonio Trejo que dejará el cargo el 31 de agosto.

“Toda vez que ya ha concluido su encomienda, dejará el cargo y a la brevedad será nombrado el nuevo Secretario de Seguridad Ciudadana de Silao”, señala el comunicado.

Nombramiento en medio de la crisis

Tras permanecer una semana en el Cereso de Puentecillas, en Guanajuato capital, la mamá de José Antonio Yépez, “el Marro”, y otros familiares, salieron libres por las inconsistencias de la Fiscalía General del Estado al fincar responsabilidades por el delito de posesión de drogas con fines de venta.

El domingo 28 de junio la familia abandonó el Cereso acompañada de sus abogados.

Apenas unos minutos más tarde los vehículos en los que viajaba el equipo de abogados fue retenido por elementos de la policía municipal de Silao. Según un video que difundió el propio Marro en redes sociales, los agentes preguntaban por su madre por encomienda del Cártel Jalisco Nueva Generación, la organización delictiva antagónica a Santa Rosa de Lima. Finalmente la camioneta y el automóvil del equipo de abogados siguió su camino.

Sin embargo, unos kilómetros más adelante uno de los abogados fue blanco de un ataque por hombres armados que provocó que volcara el automóvil en el que viajaba. El cuerpo sin vida del hombre quedó a un costado de la carretera Irapuato-León.

Durante la madrugada del lunes 29 de junio tres policías municipales fueron emboscados. El crimen se adjudicó al Cártel Santa Rosa de Lima por el retén armado contra el equipo de abogados.

Ese mismo día, Antonio Trejo Valdepeña hizo el anuncio de la llegada de Rómulo Catalán en sustitución de Luis Felipe Hernández Lara.

Al llegar a la dirección, Catalán se enfrentó al primer reto: los policías municipales se resistían a salir a operativos por falta de equipo y el temor a ser asesinados.

Violencia contra policías

Silao se convirtió en el segundo municipio de Guanajuato más peligroso para los policías en 2020, al registrarse en los primeros siete meses del año nueve asesinatos de elementos municipales, mientras en 2019 hubo uno.

En el Centro de Datos "Oficial Caído" de POPLab se tiene el registro que fue en Silao donde se asesinaron a los dos primeros policías del año: Rodrigo Adolfo y Manuel Iván el día 10 de enero.

El 8 de marzo Edgar Manuel, exoficial, quedó tendido en las canchas de futbol de la comunidad Los Rodríguez por los balazos que recibió. Edgar Manuel fue dado de baja de la corporación después de denunciar a los hermanos del alcalde Antonio Trejo por consumir bebidas embriagantes en espacios deportivos.

Alexis Edgar, Juan Carlos y Luis Fernando fueron abatidos el 11 de junio al exterior de un centro comercial, donde se encontraban comisionados para labores preventivas. Dos de los tres elementos asesinados no portaban arma de fuego para poder repeler la agresión.

Apenas dos semanas después otros tres policías también fallecieron durante un ataque la madrugada del 29 de junio. A bordo de dos vehículos particulares hombres armados se acercaron a la patrulla en la que se trasladaban cuatro elementos de la policía municipal, abrieron fuego y terminaron con la vida de tres de ellos, el cuarto resultó con lesiones.

Este último ataque es el que se adjudicó al Cártel Santa Rosa de Lima, tras el retén en el que detuvieron al equipo de abogados de la familia de José Antonio Yépez.

A la fecha, suman 61 policías asesinados en todo el estado, cifra que coloca a la entidad en el primer lugar nacional por este delito.

Secuestro ignorado

El mismo día, por la misma zona de Silao, dos hombres fueron privados de su libertad, al menos en uno de los casos los policías municipales no actuaron para impedir el secuestro, ni montaron un operativo de rescate, según denuncian familiares.

Fernando Israel y Ulises Alberto desaparecieron el 19 de julio pasado, ambos fueron vistos por última vez cerca de las instalaciones de los separos municipales conocidos como “el Pentágono”.

Sus familias vivieron un calvario durante semanas, buscaban a sus seres queridos sin apoyo de la Fiscalía General del Estado, hasta que por sus propios medios encontraron los cuerpos sin vida de Israel y Ulises.

El domingo 19 de julio, alrededor de las 3 de la tarde, Fernando Israel fue levantado por hombres armados a bordo de un Jetta color gris a unos metros del Pentágono y frente a su familia.

El hombre de 41 años había sido detenido por Fuerzas de Seguridad Pública del Estado un par de días antes en la carretera a Irapuato, a la altura del puente Fipasi. La acusación de los policías estatales cambió en tres ocasiones, primero informaron a familiares que fue por tener una conducta evasiva a la autoridad, luego lo acusaron de robo de la motocicleta en la que viajaba y finalmente por portación de drogas.

Al no entregarse evidencia por ninguno de los tres delitos, Fernando Israel salió libre el domingo 19 de julio, aunque su fotografía, datos personales y la acusación de portación de drogas ya se había filtrado a medios de comunicación de Silao.

Apenas unos minutos después, ya acompañado de su familia, al hombre lo secuestraron, lo subieron a un Jetta gris.

Detrás del automóvil en el que se llevaron a Israel, pasó una patrulla de elementos de la policía que ignoró los gritos de la familia que pedía ayuda; solo después de 20 minutos regresaron al lugar por un reporte al sistema de emergencias, narró un familiar.

En ese momento, una policía se acercó a la esposa y le pidió que se fuera en ese mismo instante, advirtiéndole que si se quedaba “ya sabes qué pasa”. Para buscar a Israel no se montó ningún operativo de búsqueda, denunciaron familiares.

El cuerpo con huellas de tortura de Israel se encontró un día después del secuestro en Salvatierra, pero su familia supo que se encontraba en el Semefo de Celaya luego de más de tres semanas.

En entrevista para POPLab, Rómulo Catalán, todavía secretario de Seguridad Ciudadana de Silao, dijo desconocer si existió un reporte al sistema de emergencias por el secuestro de Israel, también descartó que al interior de la corporación se haya iniciado alguna investigación por las omisiones y presunta complicidad de los policías en el secuestro del hombre, pese a las denuncias públicas que ha hecho la familia.

Rómulo Catalán insistió en no conocer sobre el asunto, incluso negó que en la Secretaría se tengan reportes de personas desaparecidas.

El mismo día, pero solo unas horas más tarde, otro joven desapareció en la misma zona del Pentágono, se trata de Ulises Alberto de 21 años de edad. Su madre lo encontró en el Semefo de Irapuato casi un mes después, aunque el cuerpo del joven fue localizado solo unos días después de su desaparición.

No hubo depuración

A pesar de los señalamientos públicos por presunta corrupción al interior de la policía de Silao, Rómulo Catalán no inició ningún tipo de investigación por los supuestos nexos con organizaciones criminales y las omisiones en la atención de reportes.

Para el secretario de Seguridad Ciudadana de Silao no existió la necesidad de hacer una depuración en la corporación porque los elementos cuentan con exámenes de control de confianza acreditados.

Cuestionado sobre procesos en el Consejo de Honor y Justicia, el funcionario municipal solo respondió que las investigaciones son competencia de las Fiscalías.

Incluso, Catalán se mostró incrédulo a las denuncias contra policías por nexos con cárteles criminales.

“No creo que haya porque todos tienen su examen de control de confianza, no hemos depurado. El total de la corporación cuenta con los exámenes, unos en trámite porque no han llegado los resultados”.

Delitos al alza

Una de las dos encomiendas que dio Trejo Valdepeña a su nuevo secretario de Seguridad fue dar “resultados efectivos en materia de seguridad”; sin embargo, la incidencia delictiva se conserva y en algunos casos aumentó durante el primer mes que estuvo como responsable de la seguridad de Silao.

En datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, durante el primer mes de Rómulo Catalán como encargado de la seguridad en Silao hubo un incremento en los siguientes delitos: acoso sexual, lesiones por arma de fuego, robo a casa habitación, robo de vehículo con violencia y sin violencia, robos a negocios sin violencia y violación simple.

El delito de homicidio doloso tuvo una ligera disminución, mientras en junio se reportaron 11 homicidios dolosos, en julio la cifra es de ocho.

En los reportes que recoge el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad no existen registros por extorsión y secuestros en lo que va del año.