El municipio de León entregó la responsabilidad del parque los Cárcamos al proyecto City Center mediante un "Convenio para la realización de acciones ambientales de mejoramiento" del parque, cuyo humedal es utilizado para la promoción de los futuros locales comerciales como que contarán "con lago personal", justificando la construcción con que no "era natural" sino artificial.

En tanto, en el parque se construye una banqueta y el gobierno municipal ha autorizado los planos para construir muelles, mientras uno de los tres edificios de condominios y centro comercial proyectados, comienza a elevarse.

Este convenio indica "un paso previo a la privatización", en opinión de Gustavo Lozano, representante legal de Acción Colectiva A.C. una de las organizaciones que conforman la Plataforma Salvemos el Humedal.

La lucha de activistas y ciudadanos por el rescate de Los Cárcamos no ha concluido: luego de un tortuoso proceso judicial que incluyó la categorización del cuerpo de agua del parque como un humedal por parte de Conagua, oficio que posteriormente fue declarado insubsistente junto con la denuncia original de la Plataforma ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), ese organismo volvió a admitir, a finales de noviembre pasado, una nueva denuncia, ya sin el oficio de la Comisión Nacional del Agua.

Por ello, el equipo legal de la Plataforma presentó el 8 de enero un escrito a la Profepa acercando todas las pruebas que ya no puede conocer a través del primer documento–que quedó insubsistente–, ahí solicita la clausura del proyecto en virtud de que se está afectando el agua del humedad, que es propiedad de la Nación.

Más de dos meses después, aún no hay respuesta de Profepa, ni en un sentido ni en el otro.

Planos autorizados para sendero y muelles.

Sacando provecho de los errores de conceptualización

"En 2016 la empresa (México Retail Properties, MRP) le preguntó a la Conagua si el cuerpo del agua del parque los Cárcamos era un bien nacional a su cargo o no, porque ellos querían construir su proyecto a un costado de este lugar y necesitaban saber de quién era ese cuerpo de agua", cuenta Gustavo Lozano, abogado de la Plataforma.

A fines de ese año, la Comisión Nacional del Agua local le contestó que "después de una revisión exhaustiva en los archivos de la tenencia de la tierra y de una visita al lugar, no encontraron evidencia alguna que indique que los terrenos que ocupa el parque los Cárcamos sean propiedad federal".

Por ello, cuando Conagua determina en septiembre de 2019 que los Cárcamos sí es un humedal, la empresa usa el oficio de 2016 como base para promover un amparo, que a la postre le fue concedido en octubre de 2020.

Sin embargo, esa primera respuesta de Conagua incluyó, según el abogado Lozano, "un concepto equivocado (...) Es decir: la empresa pregunta por el agua y Conagua le contesta por los terrenos", el oficio es correcto en estricto sentido, "no es que se contrapongan, sino más bien que ambos oficios se complementan: uno se refiere a los terrenos y otro al cuerpo de agua". Aquí estaría la clave del conflicto.

Fotos: Juan José Plascencia.

Y para ello citó la situación del cuerpo de agua de enfrente: "¿De quién son los terrenos del Parque Metropolitano? Del Municipio. ¿Y el agua de la Presa del Palote? De la Comisión Nacional del Agua", y como existen flujos de agua de la presa hacia el humedal, esta denominación aplica en el mismo caso para los Cárcamos, aseguró.

De acuerdo con el activista medioambiental, la interpretación que hicieron los funcionarios del gobierno leonés fue que como esos terrenos no son propiedad federal, no es competencia de Conagua, esto, pese a la experiencia que habrían adquirido con el manejo del Parque Metropolitano y su presa, y de que al ser City Center un proyecto con edificios altos, se requiere una cimentación profunda, lo que implicará afectación esos flujos.

Y ni qué decir de la experiencia de MRP: la empresa ha construido unos 75 megacentros comerciales en todo el país aunque POPLab documentó que por lo menos en siete proyectos además de City Center, ha enfrentado resistencias de las comunidades por irregularidades en los permisos.

Ahora, los argumentos del nuevo escrito presentado a Profepa se basan en que el agua del humedal Los Cárcamos es de manejo nacional por dos vías: porque viene de la Presa del Palote (propiedad de Conagua y por lo tanto, propiedad de la nación), y también porque afluye aguas abajo hacia el río Turbio, también con declaratoria de propiedad de la nación, cuya ley indica que la protección alcanza a sus afluentes.

El activista recordó que los meses de confinamiento por la pandemia representaron un paro de actividades en gran parte de las industrias pero no afectó a las prioritarias, entre ellas, la de la construcción, por lo que la obra del centro comercial siguió avanzando, mientras la defensa del humedal va contra el reloj: tras admitir la Profepa la nueva denuncia el 20 de noviembre, se les notificó de ello hasta el 4 de diciembre.

El 8 de enero, la Plataforma presentó un nuevo escrito, donde ofrece todas las pruebas para solicitar la clausura del proyecto City Center.

"Nos encontramos a tiempo para que, si la Profepa nos concede la razón", la clausura, en cierto punto del proceso se conseguirá que "se derruya lo que ya se ha construido".

Tres humedales, tres defensas

En el marco del Día Internacional del Agua, que se conmemora cada 22 de marzo, la Plataforma Salvemos el Humedal organizó un conversatorio con representantes de otras dos ONG que buscan proteger igual número de humedales en el país, tanto en Cozumel como en la Ciudad de México.

Uno de los ponentes fue Rodrigo Navarro, de "Comunicar para Conservar" y representante de Ocean Futures Society, quien habló de cómo los grandes enemigos del caribe mexicano y sus delicados ecosistemas, entre ellos, los humedales, están el turismo masivo, las aguas negras, la basura y plástico invasivo, pero sobre todo, la urbanización sin control.

Celebró la defensa ciudadana que ha significado éxitos como el de Tajamar, en Cancún, ya que "estos ecosistemas son fundamentales, a nosotros nos queda muy claro que la gente viene a gozar del mar, de las playas y del arrecife, y no habrá tales sin los manglares".

Aquí habría un paralelismo con el humedal los Cárcamos, promocionado como el gran atractivo del proyecto City Center, pero que está en peligro precisamente por no cuidarse todos los aspectos regulatorios.

Mientras que sobre el humedal del Área Natural Protegida en ejidos de Xochimilco y San Gregorio Atlapulco, en la CDMX habló Valeria Hernández, de la Coordinación de Pueblos, Barrios Originarios y Colonias de Xochimilco (CPBOCX), quien explicó cómo la construcción del puente vehicular Periférico sur oriente, que consta de seis carriles, amenaza la zona chinampera (lacustre), su flora y fauna, y los peligros de inundaciones al urbanizarse, todavía más, esa zona.

Misma situación se advierte en el caso de los Cárcamos: que la interrupción de los flujos de agua afectará no solo el delicado ecosistema del lugar sino las construcciones alrededor y la estabilidad misma de los edificios del City Center, de ahí la urgencia que el abogado Gustavo Lozano hace a la Profepa, por el estancamiento de la petición de la Plataforma por más de 2 meses.

SE PERDIÓ EL 85% DE LOS HUMEDALES EN EL ÚLTIMO SIGLO

En el más reciente informe ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (febrero-marzo de 2021), el Relator Especial sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, David R. Boyd, aborda la crisis mundial del agua.

Advierte: "En lugar de tratar el agua —esa sustancia única, indispensable y que sostiene la vida— con cuidado, respeto y reverencia, los seres humanos están utilizándola de un modo abusivo, contaminando las aguas superficiales y subterráneas, destruyendo humedales y provocando daños catastróficos en los ecosistemas de agua dulce, lo que socava las extraordinarias aportaciones del agua a la salud, el bienestar y la prosperidad de los seres humanos."

Boyd señala: "La diversidad y la abundancia de la vida en los ecosistemas de agua dulce han menguado de forma acelerada. Las poblaciones de mamíferos, anfibios, peces, aves y reptiles que dependen de un hábitat de agua dulce se han reducido en promedio un 84 % desde 1970. Una de cada tres especies que viven en agua dulce está en riesgo de extinción. En el último siglo se ha perdido el 85 % de los humedales del planeta. La presión humana sobre los ecosistemas acuáticos incluye la extracción de agua, la contaminación, la destrucción de hábitats, la modificación de caudales, la fragmentación por presas y otras infraestructuras, la sobreexplotación de especies y la introducción de especies invasoras."

El documento destaca decisiones judiciales que se han dictado ante la vulneración del derecho a un medio ambiente saludable tienen que ver con la contaminación del agua, entre ellas, una en México, relativa a daños a humedales por propuestas de edificación (el parque temático que el Ayuntamiento de Tampico, Tamaulipas, pretendía construir en área colindante al humedal Laguna del Carpintero).

Pero además, "En una decisión reciente relativa a la contaminación del agua, la Suprema Corte de Justicia de México determinó que el Gobierno no había tomado todas las medidas a su alcance, hasta el máximo de los recursos disponibles, para prevenir y controlar procesos de degradación del agua, llevar a cabo un monitoreo con el fin de asegurarse de que los vertidos de aguas residuales cumplieran con la normativa vigente en cuanto a volumen y calidad, o efectuar las acciones correctivas necesarias para depurar el agua. La Corte concluyó que era indispensable que el Estado supervisara el cumplimiento de las normas ambientales y, en su caso (...) evitar que esos derechos sean violados por terceros, en particular por empresas, y han de diseñar, aplicar y hacer cumplir leyes, políticas y programas para la realización de esos derechos".