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12/14/2025
Complica SEG acceso a normativa contra violencia escolar y deja a su suerte a estudiantes bajo acoso

Autores:

Martha Silva
Martha Silva

Complica SEG acceso a normativa contra violencia escolar y deja a su suerte a estudiantes bajo acoso

Alumnas del Hispanoamericano se enfrentan a la evasión del problema por parte de la directiva del colegio, ellas no permitirán que sus casos queden en simple estadística: en León hay 3.5 reportes oficiales cada mes

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    Mientras alumnas de nivel medio superior se arman de valor para denunciar casos de violencia escolar e incluso acoso sexual, se organizan y apoyan mutuamente con las pocas herramientas que tienen a la mano, la Secretaría de Educación de Guanajuato escatima los recursos didácticos para que alumnos e instituciones sepan qué hacer para combatir la violencia escolar.

    La SEG presume dichos recursos en unas cuantas publicaciones en redes sociales y boletines, para luego dejarlas inaccesibles para la comunidad estudiantil, con enlaces rotos y recursos "escondidos".

    Así, por ejemplo, la falta de respuesta concreta a las estudiantes de Complejo Educativo Hispanoamericano, en León, ante denuncias de acoso escolar entre compañeros y revictimización por parte de su profesorado y directiva, las llevó a buscar sin éxito el Protocolo de atención a la violencia escolar para las escuela y a buscar acercamiento con su directora, Rosario del Carmen Ortiz Pérez, quien en reunión virtual las censuró apagando sus micrófonos.

    Reunión virtual... con micrófonos cerrados. Imagen: Cortesía
    Reunión virtual... con micrófonos cerrados. Imagen: Cortesía

    Sin embargo, tras la pausa de vacaciones de Semana Santa, este lunes la dirección de esa escuela envió un comunicado donde informa que tanto un maestro (señalado por comentarios homofóbicos y groseros, sobre la apariencia física de las alumnas) como una psicóloga, mencionados ambos en las denuncias en redes sociales, se encuentran “indispuestos”, por lo que hubo cambio en los horarios de varios grupos. No queda claro si fue por sanción u otra razón.

    Aviso del Colegio Hispanoamericano a sus alumnas.
    Aviso del Colegio Hispanoamericano a sus alumnas.

    Esto ocurre ya avanzado el ciclo escolar 2020-2021, que inició con el anuncio, por parte de la SEG, de la publicación del Modelo de Convivencia para la atención, prevención y erradicación de la violencia escolar, una normativa que no permea a la comunidad estudiantil porque de entrada, no hay facilidad ni siquiera para conocer dicho modelo, mucho menos el protocolo de actuación ante posibles casos de acoso escolar y de abuso sexual infantil.

    Aunque de tanto en tanto circulen boletines de que la SEG realiza acciones a favor de la armonía escolar, con conferencias, carreras por la paz, obras de teatro, juegos cooperativos y otras actividades por la sana convivencia, en la práctica, en la vida diaria, ante problemas como el acoso son las propias víctimas las que deben buscar canales alternativos para que la rueda de la justicia, se mueva.

    Aún así, existe el reclamo: "La SEG o la SEP debería otorgar a las escuelas desde primaria hasta las universidades algún protocolo como el que tiene la UG", cuestionan las alumnas del Hispanoamericano.

    Sus denuncias ocurren en León, la segunda ciudad del estado con más reportes de violencia escolar en un periodo de 18 meses; el 63 por ciento se relacionan con la violencia física y psicoemocional, aunque otra de las formas más comunes son las agresiones sexuales.

    Los maestros no quisieron ver las señales: denunciantes en Hispanoamericano

    Un video publicado por la SEG en 2018 con un resumen de la Ley para una convivencia libre de violencia en el entorno escolar para el Estado de Guanajuato, muestra varias de las señales que envían los niños, niñas y adolescentes que son víctimas de algún tipo de acoso escolar e incluso de abuso sexual y llama a maestros y padres de familia a estar atentos a señales de advertencia, entre ellas están: malestares físicos constantes, aislamiento, llanto sin explicación, autolesionarse, arrancarse el cabello, temor a ir al baño, descenso brusco del rendimiento escolar, entre otras.

    Estas señales no son tan difíciles de encontrar si maestros/as, padres de familia, e incluso compañeros de clase, supieran qué buscar.

    Esta falta de atención por parte de las autoridades de su escuela le costó a Mónica, exalumna del Complejo Educativo Hispanoamericano, años de dolor y rendimiento académico bajo.

    Ella iba adelantada a su generación, cursó primaria con un grupo un año mayor, pero a partir del tercer grado, la muerte de un familiar cercano la afectó profundamente y lloraba todos los días. Cuando fue requerida en la oficina de la psicóloga el único consejo que recibió para superar su pérdida fue: "Sé discreta para que no te vayan a molestar".

    La situación empeoró cuando en quinto grado, su familia fue víctima de un incidente de inseguridad y ella tuvo que faltar constantemente a clases, al grado de que cuando finalmente regresó fue víctima de insultos, golpes con objetos, empujones y todo tipo de burlas, del tipo “¡Qué milagro que nos visitas!”, todo esto en presencia de un maestro, quien no intervino en absoluto, lo que ayudó a que Mónica normalizara el acoso.

    Para entonces, su aprovechamiento escolar cayó en picada pero no solo por su propia condición, sino alimentado por el grupo y tolerado por el profesor: cuando era excluida de los trabajos en equipo y avisaba de ello al maestro, este pasaba por alto lo que esta acción representaba y le decía "No te preocupes, te pongo 10". O en todo caso, los profesores alentaban el acoso: pedían a la clase un aplauso para Mónica cuando ella conseguía ir la semana completa.

    En los recreos, Mónica se escondía en el baño o en la capilla. Cuando era llamada a dirección por sus calificaciones y ella contaba lo que sucedía con sus compañeros, le decían "Eso no tiene que ver con tu aprendizaje". Mónica aprendió a quedarse callada y apartada de todos.

    Pero llegó a secundaria y descubrió que las estudiantes eran sexualizadas y agredidas por sus compañeros varones: en innumerables veces le alzaron la falda frente a maestros y maestras por igual, que no reaccionaron ante estas acciones; le mandaban mensajes insultantes y golpes, "lo normal".

    Todo esto la orilló a autolesionarse con cortaduras, en ocasiones lo hacía en el baño de la escuela, lloraba, se jalaba el cabello y regresaba en pésimas condiciones al salón. En una ocasión, "yo entré llorando bajito" y la maestra en turno la peinó sin preguntarle nada, pero le advirtió "Si quieres entrar a mi clase, la siguiente vez amárrate el cabello".

    El daño emocional causado por esta violencia la llevó a padecer anorexia y bulimia, luego de recibir constantes mensajes de sus compañeros sobre su complexión. El único que se dio cuenta de esto fue un amigo, de los pocos que tenía.

    Luego recurrió a las pastillas creyendo que con eso terminaría su deseo constante de escapar del salón de clases. A los maestros no les importaba. El punto máximo fue cuando comenzó a atentar contra su vida, afortunadamente una de esas veces pudo pedir ayuda y su familia la sacó -a la fuerza- de esa escuela. Desde entonces, todo mejoró.

    "Aún hay caídas de ánimo que debo seguir trabajando, pero también creo que no es justo que tenga que gastar tanto tiempo de mi vida por situaciones que no debieron de pasar en primer lugar" si las autoridades escolares hubieran intervenido.

    Un segundo testimonio es el de Laura, otra egresada de este colegio privado, quien contó a POPLab que su calvario inició en sexto de primaria cuando fue víctima de ciberacoso por la difusión de imágenes privadas "que ni siquiera eran de carácter sexual porque yo era muy inocente, no entendía nada", por parte de un chico una generación mayor, "jamás pensé que pudiera haber mayores consecuencias". Él las compartió con sus amigos haciendo todo tipo de comentarios agresivos y sexuales.

    Cuando se dio cuenta de lo que ocurría acudió con la psicóloga Angélica y llorando, le explicó. "Ella simplemente me dijo que tenía que afrontar las consecuencias de mis actos, «tú lidia con eso»". Y sí: Laura tuvo que soportar, por años, mensajes subidos de tono, miradas lascivas, burlas, ser objeto de apuestas. "Yo lloraba todo el tiempo" en la escuela "y no había nadie que se acercara a preguntarme qué me pasaba".

    Como la psicóloga Angélica fue omisa e ignoró a su paciente, Laura no pudo acercarse durante mucho tiempo a cualquier otro psicólogo: no podía confiar en ellos.

    Tras un par de intentos de suicidio y sufrir violencia en el noviazgo con otro chico del mismo círculo social, quien se aprovechó de su estado emocional y mental para manipularla y presionarla, despertó en el hospital, con el Ministerio Público listo para tomarle su declaración contra su abusador, pero Laura no se sintió lista.

    Su familia pidió apoyo al Hispanoamericano para controlar el acceso que el joven tuviera hacia Laura, "pero no hicieron nada, no le prohibieron acercarse", al grado que continuó el acoso hasta que en una ocasión la llevó hacia la capilla y le causó tal impresión que ella tuvo un ataque de pánico y tuvo que ser ella la que abandonó la escuela.

    "Yo sentía que se ponían de parte de él, a mí me decían ‘Cálmate’, y a él lo tranquilizaban y le decían «mira, todo va a salir bien». A él, se lo decían a él", lamenta Laura.

    Su primer novio, el que difundió sus fotos sin su consentimiento, ha sido señalado por otras chicas por actitudes similares en el Tendedero de Las Morras Hispano en Instagram.

    Laura concluyó su testimonio recalcando la importancia de la sororidad y de recibir tratamiento psicológico adecuado, "donde por primera vez me sentí escuchada".

    Además: hay una actitud sexista en la propia directora. En una ocasión, cuenta Olive, una alumna del Hispanoamericano, ella "nos sacó del salón a una compañera y a mí por llevar short, a pesar de que no está prohibido, los niños llevan short", el pretexto fue "No queremos malos entendidos". Mientras las dos esperaban, castigadas, a que les llevaran unos jeans desde casa, pasó otra chica "y aunque ella llevaba un crop top no la castigaron, solo a nosotras".

    Directora del Hispanoamericano censura reunión

    Imagen: Cortesía.
    Imagen: Cortesía.

    A mediados de marzo, luego de las primeras denuncias viralizadas en el "tendedero" de Instagram, alumnas del Complejo Educativo Hispanoamericano pidieron un encuentro virtual con la directora, Rosario del Carmen Ortiz Pérez. Ahí las adolescentes dieron varios testimonios sobre el acoso que sufrían, en medio de comentarios presurosos e impersonales de Ortiz: "¿Quién sigue?".

    Su actitud les confirmó una declaración previa de la directora que trascendió, luego de que varios padres de familia acudieran personalmente a su oficina para preguntar qué estaba ocurriendo: "No se sabe si los testimonios de las alumnas son 100% verídicos y no puedo hacer mucho al respecto".

    La falta de empatía desilusionó a las alumnas, quienes no obstante, propusieron una segunda reunión para que asistieran todas las estudiantes, esto se pactó para el 26 de marzo, último día de clases antes de vacaciones, sin embargo, la hora de la reunión no se difundió sino hasta último momento, vía el grupo oficial de Telegram.

    El encuentro se llevó a cabo de manera tan puntual que no habían pasado ni cinco minutos de iniciado el Zoom, cuando ya la directora estaba dando lectura al mismo comunicado que ya se había enviado a los padres de familia días antes, esto, sin que se hubieran conectado la mayoría de las estudiantes, que descubrieron estupefactas que todos los micrófonos, excepto los de la directora, estaban inhabilitados: nadie más que ella, hablaría.

    Leído el comunicado, Rosario Ortiz se despidió con un "Gracias por su comprensión" y terminó su conexión, seguida por el resto de la directiva. Instantes después, la reunión fue terminada.

    "Ni siquiera hubo oportunidad de opinar, ni comentar nada", se queja Olive, una de las alumnas contactadas por POPLab. "Le dimos muchas oportunidades a la escuela de enfrentar esto, pero decidieron no hacerlo, nos toca a nosotras contar con nosotras".

    Las estudiantes del Hispanoamericano intuyeron que la escuela no tenía idea de cómo procesar o atender las denuncias, algunas ya directamente contra algunos maestros, que no tenía protocolos, por lo que por su cuenta buscó generar uno propio, luego de que no encontraron el oficial ni en la página de la SEG ni una búsqueda por internet. "Solo encontramos el de la UG y el de la Ibero y los usamos de base". Este trabajo lo presentarían el día de la junta en la que ni siquiera pudieron hablar.

    "Es una escuela de valores, pero esos valores no se ven proyectados en la gente que está ahí", dijo Miriam, otra estudiante.

    Sin embargo, la indicación de la Ley para una convivencia libre de violencia en el entorno escolar para el Estado de Guanajuato es que ante casos de violencia escolar, el director notifique de inmediato a la madre, padre o tutor del o la estudiante afectada, y aplicar el protocolo de actuación ante casos de acoso escolar, donde entre las responsabilidades de las autoridades escolares o centro educativo están:

    • Dar a conocer a la comunidad educativa los documentos normativos y de organización escolar expedidos por la Secretaría de Educación Pública o Secretaría de Educación de Guanajuato, a través de la Secretaría de Educación de Guanajuato y los de carácter interno del plantel.
    • Verificar que durante las jornadas escolares se apliquen las acciones señaladas en ese documento e informar a la autoridad inmediata cualquier hallazgo y/o indicador asociados a la posibilidad de abuso sexual infantil, acoso escolar o maltrato escolar y documentarlo.
    • Conocer la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Guanajuato, la Ley para una Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar para el Estado de Guanajuato y sus Municipios, el Reglamento de la Ley para una Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar para el Estado de Guanajuato y sus Municipios, el Reglamento Escolar para una Convivencia en la Paz en el Estado de Guanajuato, así como las demás disposiciones aplicables.

    Además de establecer consejos Técnicos Escolares para las estrategias de revisión de estos casos.

    Nada de esto se aplicó en el caso del Colegio Hispanoamericano.

    Diseño: Juan José Plascencia.
    Diseño: Juan José Plascencia.

    La deuda del Hispanoamericano con sus alumnas

    Cuestionadas por POPLab sobre qué es lo que tendría que hacer la dirección de este colegio privado para resarcir los daños por su decisión de no actuar antes ni ahora ante el acoso escolar, las entrevistadas dijeron que "su responsabilidad es, primero, ofrecer una disculpa pública", capacitar a maestras y maestros para identificar el bullying que existe, y la urgente necesidad de un protocolo sobre el cual actuar.

    "¿En qué cabeza cabe que después de que las chicas se acercaron y fueron revictimizadas, ignoradas, tomadas como algo mínimo, cómo creen que se van a volver a acercar a ti, institución?", dijo Olive, ante la herramienta sugerida por el Colegio de recibir denuncias vía correo electrónico.

    "La verdad, ya no pensamos tomar a la escuela en cuenta, tuvo muchas oportunidades para arreglar esto, hablar con nosotras, no hizo nada... nos queda a nosotras buscar justicia por nuestra cuenta".

    Olive contó que a la cuenta de Instagram han llegado denuncias de exalumnas que ahora son adultas, que recibieron acoso escolar, acoso sexual e incluso agresiones sexuales por parte de compañeros y se lo fueron a contar a "Marygel", quien desde entonces es la directora, misma que no hace nada, o peor: culpa a las mujeres de los abusos.

    "Una escuela conservadora y sin educación no tienen por qué ser sinónimos", dijo Mónica: los problemas empiezan desde el machismo tolerado y que se enseñe a las niñas a callar para no defender a otras niñas.

    "Lo único que me queda claro es que tienen que cuidarse a sí mismas, porque la escuela no va a hacer nada".

    Laura sugirió un cambio de directiva, o que se reeducara a esos mismos maestros que han estado por más de 10 años. Esta tolerancia "no es de valores cristianos, no se deben maquillar las cosas... No son malas personas, pero fueron educados de una manera distinta y a nosotros nos perjudica si seguimos así".

    Transcurrido un mes desde las primeras denuncias, alumnas y egresadas del Colegio Hispanoamericano que se atrevieron a denunciar tienen un sentimiento de abandono, coraje e indignación porque sus gritos de auxilio no parecen conducir a nada, o en el mejor de los casos, se atienden con lentitud desesperante, prácticamente sin el apoyo de las directivas de sus escuelas.

    Destaca, sin embargo, un primer acercamiento por parte del Instituto Municipal de las Mujeres: una de sus funcionarias se puso a disposición de estas estudiantes para acompañamiento, apoyo psicológico "o lo que requirieran". Hasta el momento, son las únicas autoridades que las han contactado.

    De acuerdo a cifras de la propia Secretaría de Educación, aunque los reportes de acoso entre la comunidad estudiantil disminuyeron desde el pasado ciclo escolar porque dejó de haber clases presenciales, el fenómeno se mantiene: en el ciclo 2018-2019 hubo 518 reportes, y del 2019-2020 una baja, a 293.

    Tibios pasos en La Salle Las Américas

    En el otro caso ocurrido en semanas recientes en el municipio de León, el de la preparatoria La Salle Américas, la directiva respondió a las denuncias de acoso sexual de uno de sus profesores, asignando a una persona que da seguimiento a los "tendederos" virtuales.

    "El origen de las denuncias es una cuenta de Instagram que empezó a tener actividad el lunes (15 de marzo) y el miércoles nos dimos cuenta y ese mismo día (en La Salle) empezamos a verificar cada una de las denuncias de la cuenta y revisar cuáles eran los más urgentes para atenderlos de acuerdo a los protocolos que tenemos marcados", explicó a POPLab Christian Córdova de Azuela, comisionado por la institución educativa para responder a estos señalamientos.

    La denuncia pública más urgente fue de alumnas del plantel La Salle Américas hacia al profesor de matemáticas, Rubén Alejandro Águeda Altuzar, por acoso sexual. "El viernes de esa misma semana el maestro dejó de laborar en la universidad". Córdova omitió aclarar si fue renuncia voluntaria (como trascendió de redes sociales) o había sido un despido, se limitó a confirmar que ya no labora ahí.

    Reconoció que este año van dos denuncias formales de las preparatorias La Salle ante autoridades educativas, aunque ninguna es del campus Américas, "retomamos la que hubo contra este profesor por la urgencia y la repetición de todo lo que se estuvo publicando", "contactamos al grupo... hicimos la atención directa con el maestro. El protocolo de la SEG incluso así lo marca, nos piden hacer una averiguación previa antes de tomar cualquier decisión".

    En el caso de profesores mencionados en la cuenta de Instagram "los estamos revisando, pero hay otros casos también con denuncias de hace años, anteriores, que tuvieron ya una resolución satisfactoria para las partes". Detalló que la denuncia que se hizo viral fue la de una egresada, "a ella, la atención ya no se la podemos dar porque no forma parte de la Universidad".

    El comisionado de atención a las denuncias en La Salle reconoció que "La reacción no puede ser inmediata,... tenemos que ver las versiones de todos los involucrados y tomar las decisiones correspondientes".

    "Estamos tomando todas las medidas en nuestras manos" para proteger a nuestras/os estudiantes, "en los últimos dos, tres años, hicimos una revisión exhaustiva de la normativa universitaria e integramos un capítulo completo sobre acoso y violencia escolar", atendiendo el protocolo actual para atención de estos temas.

    Dicho protocolo, acepta, requiere más difusión"para que todos los estudiantes, los profesores, los colaboradores, tengan claro qué tienen que hacer en caso de que se presenten este tipo de violencias dentro de la universidad", así como seguir capacitando a la comunidad estudiantil en temas de derechos humanos con perspectiva de género, "debe ser una actividad permanente de la universidad".

    No obstante, en la cuenta Unidas_SalleLeon en Instagram hasta hoy día se siguen publicando denuncias, incluyendo una acusación por violación por parte de un alumno, así como testimonios de acoso de profesores a alumnos varones.

    Postura de la SEG

    El pasado 25 de agosto, 325 mil 800 alumnas y alumnos leoneses iniciaron el ciclo escolar 2020-2021 bajo la nueva modalidad de educación virtual, en 1 mil 461 escuelas de educación básica en el municipio y bajo la instrucción de 13 mil 360 docentes.

    En esa jornada el delegado de la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) en León, Fernando Trujillo, dio la bienvenida a la comunidad estudiantil, y a los padres y madres de familia, el funcionario les solicitó confianza en los docentes, quienes trabajan adecuadamente en lo que les corresponde, para beneficio de sus hijos e hijas y así, aportar al proceso educativo que les impulse a salir adelante y ser mejor estudiantes y mejores personas.

    Aunque POPLab intentó en varias ocasiones conseguir una entrevista con el delegado, para conocer lo que la SEG estaba realizando respecto a las denuncias que a mediados de marzo presentaron alumnas de estos dos colegios privados de nivel media superior contra personal docente y alumnos, únicamente se logró el envío de un breve comunicado de prensa.

    El delegado Fernando Trujillo. Foto: Gobierno del estado.
    El delegado Fernando Trujillo. Foto: Gobierno del estado.

    Ahí, la dependencia informa que tras presentarse las denuncias en el Centro de Atención "Aprender a convivir", la SEG activó el protocolo de atención a la violencia escolar contemplado en la Ley para una Convivencia libre de violencia escolar en el estado de Guanajuato y sus municipios, que establece como medida preventiva que las instituciones educativas realicen "la separación del personal docente señalado como generador de violencia, a efecto de salvaguardar la integridad de las estudiantes".

    Además, se solicitó la intervención de la Procuraduría Estatal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes y se dio vista a la Unidad de Atención Integral a las Mujeres (Fiscalía General del Estado), para un seguimiento.

    Modelo de convivencia, "en el limbo"

    Aunque a través de los años, la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) ha trabajado con las escuelas y sus comunidades el Programa Nacional de Convivencia Escolar, el tema no termina por instalarse en las actividades cotidianos de las instituciones, partiendo de la propia SEG, que a pesar de contar con un Protocolo para la detención, prevención y actuación en situaciones de abuso sexual infantil, acoso escolar y maltrato en las escuelas de educación inicial y básica para el Estado de Guanajuato no facilita el acceso a dicho documento, del que hay al menos otra versión, sin que quede claro cuál es el vigente (ambos están alojados en servidores del gobierno federal).

    No obstante, en agosto pasado, previo al arranque del actual ciclo escolar, la SEG publicó un boletín donde anunciaba la publicación del Modelo de Convivencia para la atención, prevención y erradicación de la violencia escolar "con el propósito de poner a disposición del sector educativo, un conjunto de orientaciones que apoyen los esfuerzos por construir una paz duradera en las escuelas.

    El primer nivel, llamado de Contención se refiere a la respuesta inmediata de parte de la autoridad escolar, ante las situaciones que alteran la convivencia (los otros dos son Resolución de los Conflictos y Transformar las Prácticas Pedagógicas y de Gestión), y con ello la SEG "impulsará su aplicación en las escuelas a través de su difusión y capacitación sobre el contenido del mismo, trabajando con directivos, docentes y alumnos".

    Sin embargo, aunque en mismo comunicado se informa que "En la página de internet www.seg.guanajuato.gob.mx y en las redes sociales de la SEG podrán consultar el documento completo", los anuncios quedaron en eso: tras una búsqueda exhaustiva, POPLab encontró que el enlace que apunta al documento está roto, y ni en la portada de la dependencia o en el apartado NORMATIVA, o en redes sociales hay referencia alguna a dicho documento.

    * Los nombres de las estudiantes consultadas fueron cambiados para proteger su identidad.

    ¿QUÉ SE CONSIDERA ACOSO ESCOLAR?

    Acoso escolar: se refiere a toda conducta intencional, direccionada, frecuente y en desigualdad de poder (ya sea física, de edad, social, económica, entre otras) que se ejerce entre alumnas y alumnos en el entorno escolar, con el objetivo de someter, explotar y causar daño.

    Según el glosario incluido en el Proyecto a Favor de la convivencia escolar (programa Escuela libre de acoso, SEP, 2017):

    Acoso escolar. Es un comportamiento prolongado de abuso y maltrato que ejerce una alumna o alumno, o bien en grupo de alumnas o alumnos sobre otro u otros, en escuelas de educación básica, con el propósito de intimidarlo/a o controlarlo/a, mediante contacto físico o manipulación psicológica. Se produce dentro de las instalaciones de los centros educativos y en el horario escolar.

    Para que se considere acoso escolar, debe presentar las siguientes características:

    Abuso de poder: Se refiere a los comportamientos reiterados de: agresión física, intimidación, amenazas, por parte de una alumna o alumno, o bien un grupo de alumnas o alumnos para humillar, transgredir emocionalmente, con el propósito de someter a otro/a u a otros/as en condiciones de inferioridad.

    Repetición y sistematicidad: Es la actitud que persiste con el propósito de vulnerar la condición física y emocional que puede involucrar a una alumna o un alumno, o bien a un grupo de alumnas o alumnos, al violar las pautas de conducta y valores sociales establecidos dentro de la escuela.

    Algunos comportamientos pueden ocurrir por única vez y alterar la convivencia escolar sana y pacífica, a las que se les llama conductas de riesgo, como los comportamientos desafiantes u hostiles que provocan la ruptura de organización de las actividades individuales y grupales dentro y fuera del salón de clases afectando las relaciones interpersonales y el desarrollo sano de los alumnos y las alumnas.

    En este glosario no se incluye el término acoso sexual.

    15 de abril de 2021, 01:52

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