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Ni perfil ni consenso: nombran titular de UGénero sin experiencia ni consulta a comunidad
Alumnas y docentes cuestionan el perfil de la abogada; egresó de la licenciatura en 2017. Es la séptima persona que ocupa este cargo en seis años, con varias crisis por acoso sexual en la institución
En 2019 tras el paro estudiantil por el asesinato de una alumna, la Universidad de Guanajuato se comprometió con la comunidad a ser transparente en el nombramiento de la persona responsable del programa de Igualdad de Género y también a buscar los mejores perfiles para dirigir esta área, pero a tres años de distancia el proceso de designación se ha distinguido repetidamente por su opacidad e improvisación.
La nueva titular del programa, Luz María Velázquez Cárdenas, es una abogada de la que hay pocas referencias sobre su trayectoria. Se conoce que hace cinco años egresó de la licenciatura y acreditó un programa de maestría en derechos humanos que promovió en 2017 la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado en conjunto con la Universidad de Granada.
El nombramiento no fue dado a conocer ni por medio de redes sociales, ni a través de algún comunicado oficial. El 31 de agosto, el rector general anunció que la anterior titular, Martha Daniela Hernández Salgado había obtenido una beca de la Comisión Europea para ingresar al Máster Erasmus Mundus en Estudios de la Mujer y Género.
Liderazgos estudiantiles y docentes aseguran que la comunidad no fue consultada respecto a esta designación, incluso desconocía sobre el nombramiento de María de la Luz como la nueva titular del programa. Criticaron la opacidad en el proceso y la falta de información sobre la trayectoria de la nueva responsable, lo que hace suponer la falta de experiencia en la materia.
Aseguran que UGénero es un área inoperante que da muestra del incumplimiento de los acuerdos realizados con la comunidad estudiantil, derivados del paro general realizado en 2019.
Recientemente, el rector general Luis Felipe Guerrero Agripino presentó su informe de actividades, pero omitió informar sobre avances en materia de género. En la Universidad de Guanajuato el próximo año se dará la sucesión en la Rectoría General.
Incumplen acuerdo; designan en la opacidad
En la cláusula séptima de obligaciones y compromisos que adquirió la universidad con los alumnos, tras el paro de 2019, se estableció que una revisión minuciosa de perfiles y currículum de las personas que se encuentran dentro del Programa Institucional de Género.
Entonces los estudiantes pidieron la destitución de Lourdes Gazol Patiño, titular del área, a quien acusaron de tolerar la contratación de personal no capacitado para atender la violencia de género en la institución.
Para cuando surgió la movilización estudiantil que paralizó la ciudad de Guanajuato, la Universidad de Guanajuato ya había acumulado denuncias de agresiones sexuales a estudiantes y docentes: primero el caso de acoso de Julio César Kala a una becaria en 2015 por el cual surgió el primer protocolo de atención a la violencia de género y la creación de UGénero y luego la denuncia colectiva de hostigamiento sexual por alumnas de la División de Ciencias Sociales, Salud y Psicología del Campus León en agosto de 2018.
Incluso en 2020, el director de la División de Ingenierias de Salamanca, Víctor Ayala Ramírez fue condenado a un año y tres meses de prisión por haberse comprobado el delito de abuso sexual en contra de una estudiante.
En años posteriores hubo denuncias en otros campus universitarios e incluso escuelas de nivel medio superior. Por toda la violencia acumulada, a finales de 2019 los estudiantes entraron en paro y entregaron un pliego petitorio, aceptado por autoridades universitarias y que también comprometió al Gobierno del Estado y a la Fiscalía General del Estado, así como a la administración municipal de Alejandro Navarro.
Logrados los acuerdos, uno de ellos la salida de Lourdes Gazol, entonces titular del programa de género, se publicaron en el Periodico Oficial del Gobierno del Estado, en donde quedó establecido que la universidad se comprometía a: “revisar de forma minuciosa, los perfiles y currículum de las personas que se encuentran dentro del Programa Institucional de Género; siendo removidas las personas que no cuentan con la experiencia y conocimiento técnico suficiente, caracterizada por una trayectoria sobresaliente en atención a casos de violencia por razones de género previa a su incorporación al programa”.
Estudiantes y maestras también demandaron que se les participara del proceso, para conocer los perfiles de las integrantes de esta área. En el nuevo proceso de designación esto no ocurrió.
Estudiantes y maestras consultadas sobre el nombramiento aseguraron no estar enteradas del movimiento y tampoco del perfil que tiene la nueva encargada.
Luz María Velázquez Cárdenas aparece en el directorio de la Universidad de Guanajuato como la titular del área y al mismo tiempo como coordinadora de Asistencia Legal Especializada en Niñas, Niños y Adolescentes, en esta misma dirección.
No hay datos de su trayectoria profesional en el sitio web de la institución, pero en sus redes sociales asegura ser abogada.
Personas que la conocen aseguran que se graduó apenas en 2017.Obtuvo posteriormente un título de maestría en un programa de la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato, en donde durante el período de Raúl Montero de Alba, se avalaron doctorados “patito”. POPLab solicitó al área de Comunicación Social el curriculum de la abogada, pero no se entregó la información.
Excluye UG a estudiantes y docentes
Alumnos y profesorado confirman que ni en este ni en otros procesos anteriores se ha incluido a la comunidad universitaria en la designación, pese a que fue un acuerdo. Además consideran que se ha incumplido en el punto de garantizar los perfiles con mayor trayectoria y preparación para el cargo.
“Se supone que se pedía que la persona tuviera un perfil y una experiencia amplia en estos temas para evitar la cuestión de revictimización y que se pudiera llevar a cabo un buen apoyo hacia las víctimas”, recordó una alumna de la División de Ciencias Sociales y Humanidades que pidió reservar su nombre.
Insistió en que uno de los acuerdos que se tomó en 2019 fue incluir a la comunidad en las decisiones relacionadas con esta área: “claramente escribimos en ese pliego que debíamos estar involucrados porque no queríamos que las víctimas volvieran a sufrir revictimización o ningún tipo de abuso y humillación”.
“Nosotros (alumnas) conformamos esta casa de estudios y me parece una mala postura, incluso un tanto abusiva que no se nos incluya en este tipo de decisiones”, enfatizó la estudiante.
Para una docente del Campus Guanajuato, quien pidió no revelar su identidad, no es la primera vez que la designación se hace de forma poco transparente y sin apego a las características que exigieron los estudiantes en el paro de hace dos años.
“Es la segunda vez, eso creo que ya es preocupante, entiendo que un área tan importante no se puede quedar acéfala, pero deberían nombrar una encargada de despacho en lo que se realiza una convocatoria pública con las características que pidieron los estudiantes”, enfatizó.
Sostuvo que antes de María de la Luz, el nombramiento de Martha Daniela Hernández, como directiva de esta área también se hizo de forma opaca. El área fue creada como parte del Programa Institucional de Igualdad de Género 2016-2019 de Luis Felipe Guerrero Agripino y comenzó a operar formalmente en 2017.
Desde entonces ya ha tenido al menos siete titulares: Vanessa Cervantes, Abraham Nemesio Serrato, Lourdes Gazol, Concepción Aboytes, Karla Johana Nuñez, Martha Daniela Hernández y actualmente Luz María Velázquez.
“No recuerdo exactamente las palabras del pliego petitorio de los estudiantes, pero se decía que la titular debería de tener una trayectoria y además debería de ser de alguna manera aprobada también por la parte de los alumnos”, resaltó la docente.
La profesora consideró que hasta la fecha UGénero es percibida por la comunidad como un área gris e inoperante, “seguimos viendo los mismos rostros de los profesores que ya habían tenido alguna acusación de acoso, siguen ahí, no ha pasado nada”.
Otra estudiante lamentó que la institución sigue viendo a sus estudiantes como ciudadanos de segunda al no incluirlos en decisiones que les afectan, pero además se les niega el derecho a tener una representación digna.
Este mismo año en mayo, estudiantes reprocharon la presencia de autoridades universitarias en una movilización masiva por el asesinato de Ángel Yael Ignacio, estudiante del Campus Irapuato por un agente de la Guardia Nacional.
“La anterior duró cuatro meses y la otra no lleva ni una semana, es algo que refleja el desinterés que hay de las autoridades… si no atendemos lo que tenemos en nuestra casa, lo que sí podemos manejar, adentro en tu institución y decir «Voy a tener servidores públicos con un sueldo digno, que tengan experiencias, que sepan manejar estos asuntos y puedan manejar el toro por los cuernos», lo único que va a pasar es que vas a tener gente de paso toda la vida, que no está ahí ni siquiera por vocación”, lamentó.
Cifras alegres y una elección en puerta
En su más reciente informe de actividades, realizado a mediados de agosto, Luis Felipe Guerrero Agripino presumió el crecimiento de la matrícula en un 3.4 %, también resaltó que la Universidad de Guanajuato ocupó el quinto lugar entre las mejores universidades públicas estatales en el QS Ranking Latinoamericano 2022.
En su discurso, las referencias sobre la atención a las agresiones de género fueron nulas. De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), el 53.5% de la población estudiantil en la Universidad de Guanajuato son mujeres.
El rector sostuvo que actualmente la matrícula es de 46 mil 417 estudiantes y en comparación con el año anterior este número representó un incremento de 3.4%. Destacó también un aumento acumulado en la matrícula en los últimos cinco años de 36%.
Guerrero Agripino expuso tres prioridades institucionales: el fortalecimiento del desarrollo científico, tecnológico y de innovación, la diversificación del aprendizaje y el no perder de vista que los esfuerzos universitarios tienen como centro la formación integral de estudiantes.
"Esta es una gran universidad, y la construimos cada persona, generación tras generación. Y se va renovando porque esa es su naturaleza, y desde cada trinchera nos corresponde entregarnos a ese gran proyecto", dijo.
En septiembre del próximo año, Guerrero Agripino entregará el cargo, pues de acuerdo con el capítulo cuarto de la Ley Orgánica de la Universidad de Guanajuato, el rector general puede durar en el cargo cuatro años y reelegirse un período más, es decir ocho años como máximo.
En febrero del próximo año se prevé la renovación de la Junta Directiva, que según la legislación es un órgano integrado por once miembros electos por el Consejo General Universitario que tiene la facultad de designar al rector general y a rectores de campus, así como a directores de Nivel Medio Superior.
También pueden decidir sobre renuncias o remociones de estos mismos cargos directivos. Después de este cambio, los nuevos miembros tendrán la responsabilidad de definir un calendario en el proceso de renovación de la Rectoría General, esto a través de una convocatoria y una consulta a la comunidad universitaria.
Todos estos procesos podrían comenzar en febrero del próximo año, pero la deuda para resolver el acoso y violencia contra estudiantes y docentes seguirá siendo un pendiente para la Universidad de Guanajuato, pues los casos siguen ocurriendo y no se avizoran nuevas estrategias de las áreas responsables.
8 de septiembre de 2022, 14:29
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